Primer plano: En España hay 477.900 parados menos que hace un año

El viejo truco de difundir una cifra positiva orillando todas las negativas

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La información oficial es exactamente eso: oficial. Está manipulada en mayor o menor grado, siempre ha sido así, pero el actual gobierno del PP ha vuelto a cruzar la raya. Ahora no hay 192 muertos (bombas en los convoyes de cercanías de Madrid), pero hay 5,4 millones de adultos sin empleo y 1.766.000 hogares en los que nadie tiene trabajo.
Los criterios informativos del Gobierno quedan reflejados en la infografía que ha difundido TVE [ver la ilustración bajo esta línea].

Atención: no confundir las cifras que refleja esta infografía de TVE con las
comentadas en el texto. Las que figuran en el pantallazo de televisión
reflejan el número de parados registrados en los servicios de empleo,
en tanto que las comentadas en el texto son las de la EPA

Sería absurdo negar que en 2014 la cifra de parados se ha reducido: hay 477.900 desempleados menos que cuando empezó, según la encuesta de población activa (EPA), si bien la referencia habría que matizarla debido al descenso de la población activa.

Mas prescindiré de ese y de otros detalles que la información oficial orilla para no restar gloria al apunte econométrico.
Obviemos los detalles que oculta el dato, pero rompamos su soledad, pues tan absurdo como negar la reducción del número de parados es ignorar que 2014 se ha cerrado con 5.477.700 parados frente a los 5.273.600 que había al finalizar 2011 [ver cuadro adjunto]; es decir, casi tres años de gobierno del PP han sido un fracaso en materia de empleo, de momento... Pero vayamos más allá: pues no sólo es obligado reconocer que durante 2014 se ha reducido el número de parados, incluso se puede admitir como previsión certera que al finalizar 2015 la cifra de desempleados será inferior a la que había al iniciarse la legislatura.
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¿Todo será agua pasada?...
Ahora llego al meollo: muy probablemente, 2015 acabará con otro saldo esperanzador en materia de empleo y el PP cantará que hemos superado la crisis. Tiempo al tiempo.
Si al finalizar este año hay menos de 5 millones de parados habrá celebraciones, lo cual es muy probable, y la fiesta política estará justificada porque sea poco o mucho, siempre es bueno que se recupere empleo perdido —pero no se engañe, bajar a 2 millones todavía queda muy muy muy lejos.
Procuremos no ser simplistas: las heridas humanas ya sufridas no las cauterizan el éxito actual ni los futuros. Sin olvidar que por muy bien que hayan ido las cosas, en enero de 2016 los datos seguirán siendo muy muy muy negativos si se comparan con los de 2008, cuando la crisis financiera de las subprime llegó a Europa y empezó derrumbar castillos de naipes, para luego reventar la burbuja del ladrillo y poco después quedar al descubierto el vaciado de las cajas de ahorros, amén de otros dislates y codicias que se arrastran desde... —¡uf!, no entremos en cosas que exigen un libro y que son innecesarias para decir lo que pretendo.

A lo que iba: si de lo que se trata es de hacer un balance provisional de cómo es tratado el principal valor del país, sus habitantes, hay que ser idiota para conformarse atendiendo sólo a una referencia. Los balances en política económica, sean los provisionales (anuales) o el definitivo (fin de legislatura), exigen tener en cuenta un amplio abanico de referencias, también cuentan y mucho los salarios, las pensiones, la inflación/deflación y amén de otros números, ¡la sanidad pública, la enseñanza, la contaminación, la justicia!… etcétera y etcétera.

Estos días y con la finalidad de exaltar un dato, sólo uno, la información oficial ha seleccionado un pedazo concreto de la realidad —como siempre, gobierne el PP o el PSOE—, de modo que casi todos los medios de información convencionales, "de orden" o "serios" —como usted prefiera calificarlos— justifican o loan en mayor o menor grado al gobierno.
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Unos más y otros menos,
pero todos somos impresionables 

Voy acabando: la mayoría de los ciudadanos se han acostumbrado [o han sido acostumbrados] a ver la realidad a pedacitos, en dosis pequeñas, no sea que se empachen o atraganten. Además, para mejorar la digestión correcta de las cosas, la información se sirve aderezada.
Esta noche, por ejemplo, en el informativo de uno de los canales de TV privados han insertado la noticia económica protagonizada por el andaluz que ha ganado 16 millones de euros en uno de los juegos de azar que nos permiten soñar y con ello, resistir.
Lo individual endulza y difumina el paisaje colectivo, máxime si al nuevo millonario le dedican dos minutos y al desahucio y al ERE apenas veinte segundos... ¡y esto cuando salen por la tele!

Y ahí va el desenlace, con escena "personal" incluida: hace ya unos años fotografié a mi hijo pequeño en la playa de Remior. La imagen es preciosa [usted diría lo mismo si fuera su hijo...], o por lo menos así me lo parece porque todos cuantos vieron la foto clavaban la mirada en el niño, en primer plano, y exclamaban ¡qué hermoso está! Sí, es un chaval sanote y alegre; apostillaba yo, satisfecho.
Meses después, ordenando recuerdos, remiré la foto tomada en Remior y presté atención al paisaje de fondo: la costa destrozada por una hilera de chalés construidos sobre la línea de pleamar.

Un buen primer plano esconde casi todo.

Enhorabuena, señor presidente de Gobierno.