Davos, Suiza, interviene el vicepresidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Min Zhu, para entre otras cosas urgir más reformas estructurales, si bien reconoce que esa tarea «es difícil debido a los procesos electorales»; a lo que el consejero ejecutivo del fondo BlackRock (EE UU) replica: «Ya, pero antes hay que educar a la población para que vote al líder correcto que tome las medidas correctas».
No es broma. Según Laurence Fink, los europeos no estamos suficientemente educados y muchos de nosotros votamos al tuntún, en lugar de a los partidos que conviene, los que a él y los suyos les convienen, claro; porque Fink se refiere concretamente a los europeos, pues su intervención y la previa de Zhu forman parte de un intercambio de opiniones referido a la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de comprar deuda pública a los Estados miembros de la Unión —medida, por cierto, que ha sido protocolariamente alabada por el representante del FMI… digo "protocolariamente", de cara a la galería, porque en Davos hay quienes piensan que somos bobos y creíamos que el BCE había tomado esa decisión sin consultar antes con el Fondo.
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No sé, pero eso de que
todos los votos valgan lo mismo...
A lo que iba: la opinión de Fink es igual o similar a la de numerosos dirigentes empresariales y corporativos de EE UU... ¡y también de Europa!
Conste, no obstante, que por lecturas, vídeos y comentarios que he escuchado en vivo en varios foros económicos o empresariales internacionales —con participación a veces de dirigentes políticos de primera línea— desconfiar del electorado y por tanto, cuestionar los comicios democráticos es una actitud más extendida entre los ejecutivos y empresarios del país norteamericano que entre los comunitarios.
Seamos sinceros: esa actitud ni siquiera es potestativa de la élite. Sentencias similares las oímos y escuchamos en boca de gentes del común.
No es justo que mi voto valga lo mismo que el de ese que no sabe ni hacer la o con un canuto…
Sea por motivos de clase o con la excusa de la baja instrucción, siguen siendo demasiadas las personas que no acaban de entender (o no quieren entender) la esencia de la democracia política.
[INCISO: resulta revelador que ante la constatación de que la enseñanza sigue siendo una asignatura pendiente, incluso en países con medios para afrontar el reto, individuos con elevadas responsabilidades orillen el papel que deben jugar los Estados y los dirigentes sociales y económicos para poner remedio o al menos no agravar el déficit en educación. Entre esos individuos que sólo quieren ver lo que les interesa figuran muchos de los fink del mundo]
En Davos no se toman decisiones explícitas, sino que se establecen criterios, se lentifican o aceleran dinámicas, se bendicen o satanizan actitudes, incluso ideologías, proyectos y gobiernos. Pero las conversaciones también destilan perlas que tiene valor filosófico, como la frasecita de Fink.
Amable lector/a, usted y yo ya sabíamos en mayor o menor grado lo que opinan de nosotros los poderosos del mundo, pero es una gozada que lo confirmen ellos mismos porque así comprobamos sin sombra de duda que acertamos al decir que…
A continuación, para redondear la "satisfacción", lea esta entrevista a Noam Chomsky: «El lavado de cerebros en libertad es más eficaz que en las dictaduras».
Parece claro que el concepto de "democracia" agoniza. Cambiará a: gobierno ejercido por el pueblo.... adecuadamente instruido/adoctrinado con anterioridad por los poderes económicos dominantes.
ResponderEliminar¡Caramba, Antonio!, ¡no les des pistas!, son capaces de coger el matiz "...adecuadamente instruido" y artillar una reforma exprés de la carta magna. Luego se arrepentirán, claro, pero sólo será la burda demagogia tras la que ocultan la risa (total, la reforma ya estará hecha).
EliminarCuriosa frase, un lobo con piel de cordero. Si bien es cierto que la población necesita hacer una decisión informada a la hora de votar (no beneficia a nadie que no sepamos distinguir un buen plan de gobierno de una promesa vacía), y por tanto que cierta "educación" puede ser beneficiosa, aquí la cosa toma un cariz distinto: lo que Fink quiere decir aquí realmente es "lavar el cerebro". Vamos, que pantomima de democracia, tipo Macondo.
ResponderEliminarEn efecto, Fink se desnuda al precisar que el objetivo de la enseñanza que él reclama es votar al líder «correcto» que aplique el programa «correcto»... si continuara la frase, Fink acabaría ejerciendo de profeta para precisar qué es lo «correcto».
EliminarFeliz tarde Félix:
ResponderEliminarComo bien sabes, Podemos ha organizado otra Marcha ...lo que no veo por ninguna parte es lo que reclama. No han dicho nada al respecto.
Saludos.
Se trataba de una "reunión" para mantener activo el movimiento. Los dirigentes de Podemos saben perfectamente que muchos de sus partidarios, así como votantes y potenciales votantes no pertenecen a una organización que los mantenga interconectados y, por tanto, que anime a comprometerse (sumarse a Podemos) o consolide la voluntad de quienes ya se han unido a la alternativa.
EliminarSe trataba de una convocatoria pública "movilizadora", para renovar razonamientos y refrescar los objetivos. Resumiendo, con los riesgos que resumir comporta: Los partidos clásicos organizan convenciones y jornadas, Podemos prefiere convocar acciones.
Y lógicamente han aflorado las demandas ya asumidas por la mayoría de los "podemistas" «Sanidad cien por cien pública y universal», «Renta básica universal, sí se puede», etc. etc.
Saludos.