La matanza de Charlie Hebdo va más allá de la religión y de la libertad de expresión

¿Por qué y para qué enlodan una religión y embellecen
otra maquillando sus taras y dando por ciertas sus mentiras?

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¡Qué sectarios son los mahometanos!, ¡el islam niega el conocimiento científico!, ¡la religión islámica es la antítesis de la democracia!...

En cambio, la Iglesia Católica es pura transparencia, humanidad y amor a la verdad... ¿a que sí?
¿Sabía usted que Judas escribió una biografía de Jesús de Nazaret?, ¿o que hay escritos de María Magdalena, mujer a la que acreditados historiadores consideran la esposa o compañera de Jesús?; ¿sabía acaso que han sido halladas las denominadas Actas de Poncio Pilato, más otro manuscrito que ha sido bautizado como Los hechos de Pedro y un Apocalipsis escrito por Pablo?
A pesar de lo que ya saben y de lo que prefieren no saber, los creyentes cristianos y "asimilados" son tan osados que se permiten el lujo de dar lecciones a los seguidores de otros dioses. Con la sangre todavía caliente de Charlie Hebdo es arriesgado decir ciertas cosas, pero en otras ocasiones hay hechos igual de indigestos que sí son analizados en caliente, por ejemplo cuando una bomba mata a treinta civiles iraquíes inocentes y el asunto es desmenuzado sin tener en cuenta a las víctimas ni el dolor causado a sus deudos.

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Lea el resto en la bitácora de Rubén Caravaca (pulsar para ampliar)

La religión 

exige fe

y esta crece

en el ignorante

Empecemos por lo más urgente: desmitificar las verdades de la religión que informa la moral de los ciudadanos "buenos".

Todos los textos conocidos que versan sobre el fundador del cristianismo o que lo mencionan fueron escritos o traducidos de los originales entre la segunda mitad del siglo I y la primera del IV y, por ende, más tarde muchos de ellos desaparecieron por orden del Vaticano o fueron reescritos y retraducidos tras el primer concilio de Nicea, donde los mensajes del Nazareno fueron tergiversados o inventados por los encofradores que cimentaron el catolicismo. 

Atendiendo al contenido de los libros que se han salvado total o parcialmente y a las antiguas traducciones que escaparon a la censura de sucesivos obispos de Roma, los contenidos de los textos ocultos, mutilados o traducidos al gusto por la curia católica desmienten las verdades que la Iglesia romana presenta como dogmas de fe.

Es lógico, pues, que el cuerpo ideológico (y moral) del catolicismo sea una rosario de dogmas. Sin dogmas, el Vaticano carecería de base.
Al igual que en cualquier otra religión, la fe es el alimento fundamental del cristianismo y si hay ignorancia, miel sobre hojuelas.

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El conocimiento atempera creencias y desnuda fanatismos

Hay un libro, Jesús según los apócrifos, elaborado con criterios históricos que sin entrar en juicios de valor morales aborda sin prevenciones la biografía del Nazareno (¿existió?), así como la historia del cristianismo original, el de verdad.

Sus autoras, Beatriz Ontaneda y Rose Marie Paz Wells, narran entre otras cosas tanto o más significativas que José, el padre de Jesús, podría haber sido un miembro de la clase alta judeo-filistea [filisteos = pilistinos = tribu de los pueblos del mar; ver «De pilistinos y palestinos, israelitas e israelíes»] que tras haber enviudado se emparejó con María cuando ya era anciano, motivo por el que dudaba de que él fuera el padre biológico de Cristo; lo cual, en todo caso, era habitual en aquella época —la fidelidad sexual y la familia moderna son exactamente eso, modernidades.

¿Sabe usted que un hijo de la hipotética pareja formada por José y María habría residido durante cierto tiempo en el palacio de Herodes el Grande?
Es decir, si tenemos en cuenta que los rastros [digo "rastros" porque ni de este ni de ningún episodio relatado por los evangelistas hay pruebas fehacientes] indican que la pareja sólo tuvo un hijo, resulta que el fundador del cristianismo habría sido apadrinado por el gobernador y educado en el palacio, al amparo del poder.

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Ejemplar de la “Biblia del Oso”
traducida y publicada por
Casiodoro de Reina, en 1569

Inventar la vida del Nazareno
para reforzar mixtificaciones

La biografía de Jesús es una suma de interrogantes gracias al incansable esfuerzo de imaginación y de reinterpretación que hizo y hace la Iglesia Católica. No existe prueba alguna de que el profeta de fe judaica que se rebeló contra los rabinos, contra las autoridades de la metrópoli y que a la postre fue crucificado en el monte Calvario fuera quien dicen e hijo del tal José. 

Dando por buenos los rastros históricos, el Nazareno no sólo se habría enfrentado al sanedrín y a la administración colonial, sino que además habría renunciado a su privilegiada posición social. Pero esto último no estaba ni está bien decirlo... ¿por qué?

Conviene leer Jesús según los apócrifos, pero no porque cuestione valores morales de la superestructura ideológica que empezó a levantar el concilio del año 325, cosa que no hacen las autoras, sino porque permite conocer un poco mejor el mito de Jesús el Nazareno, lo que a su vez desnuda la esencia de la Iglesia Católica: la mixtificación...
...Y las mixtificaciones, conviene tenerlo presente, son poco más que un compendio de leyendas y mitos, una colección de hechos y personajes inventados, estructurados y biografiados en función de intereses muy concretos y terrenales.

¡Oiga, la Biblia tiene base histórica!, claman los vaticanistas y sus servidores. Más mentiras para tapar la gran mentira: no hay prueba histórica de prácticamente nada de lo que relatan los evangelistas, los cuales, por cierto, no fueron coetáneos del profeta que protagoniza sus hagiografías. Más claro: escribieron de oídas y "novelaron".

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La Verdad de ayer no sólo es inútil, también es perversa

Sirva la breve exposición de mitos, leyendas, mentiras, medias verdades y suposiciones —¡hay muchas más!— de los párrafos precedentes para subrayar que las actuales versiones del cristianismo constituyen un producto de "mercadotecnia" que, resumiendo, ha sido elaborado con episodios y creencias que fueron transmitidas oralmente de padres a hijos en los pueblos del Oriente Próximo y Medio, desde las orillas del Nilo hasta las del Indo, más una serie de valores morales cuyo origen iniciático más evidente es el mazdeísmo, amén de otros conceptos y saberes pretéritos.

Los dirigentes católicos, los ortodoxos y los de las distintas versiones de la Reforma (luteranos) proclaman que el cristianismo fue la primera religión que sistematizó normas morales (leyes) para castigar actos como el asesinato, el robo, el adulterio, la blasfemia y demás pecados. ¡Absurda pretensión!

Las leyes de la mítica tabla de Moisés eran normas de generalizada aceptación y aplicación en los pueblos que habitaban en la región antes descrita, de modo que el supuesto dios de Moisés se habría limitado a observar la realidad y plagiarla. 

Las religiones fueron necesarias (pasado) porque el saber de los humanos no daba para más, en tanto que hoy las religiones son legítimas como cuerpos morales de aplicación y ámbito privados; pero en cuanto los dirigentes de un comunidad espiritual o de una iglesia se arrogan la calidad de salvadores de la sociedad en su conjunto, esa religión deja de ser un bien personal para convertirse en ideología (creando un movimiento o partido), sus sacerdotes y fieles devienen activistas (pacíficos o violentos) y en cuanto pueden toman el poder (por la vía de las urnas o por la fuerza) para imponer sus criterios morales.

[El fanatismo político de origen no religioso también puede conducir a similar afán enfermizo por ostentar o detentar el poder con la finalidad de imponer criterios de vida]

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Unos y otros pueden

justificar el acto de matar

Colocados en el callejón, las actitudes ante la vida y la muerte de los creyentes de fe judaica, cristiana e islámica apenas se diferencian,

Mas centrémonos en la dicotomia cristianismo-islam en la que tanto hurgan estos días los europeos.
De entrada y aunque casi nadie lo haga, es obligado reseñar una circunstancia: en el Viejo Continente y en Norteamérica —las geografías donde las virtudes y vicios del cristianismo han calado con mayor profundidad— muy pocas personas osan reconocer y mucho menos decir públicamente que entre los mahometanos no hay más fanáticos ni más violentos que entre los cristianos. Más bien es al contrario, basta con sumar cifras de muertos... sí, en efecto, para colmo unos son mucho más eficientes que los otros a la hora de matar.
Ocurre que el afán por dominar y la "necesidad" de matar de los unos y de los otros se manifiesta de forma harto diferente porque las naciones o pueblos con mayorías de una u otra fe viven tiempos no coincidentes, piensan en base a abstracciones distintas y para colmo están gobernados por élites que manejan criterios propios y todo eso ocurre en dos momentos históricos bien dispares.

Pero a pesar de las distancias históricas, sociológicas, tecnológicas, económicas y de todo orden, tanto en los países con mayoría musulmana como en los de base cristiana perviven resortes que "tocados" convenientemente justifican socialmente la violencia y el acto de matar al otro.

En los de origen cristiano ya no es preciso apelar a un dios para justificar o admitir como inevitable que los drones maten a cien inocentes para castigar a un culpable, sea este real o presunto; en tanto que los creyentes del islam matan al margen del Estado, o eso parece, y sin drones, de modo que necesitan la cohesión que da un dios y obran con la brutalidad de quien no dispone de tecnología suficiente para paliar el horror del sacrificio.

[Sí, este resumen es apresurado y "bestial"; es inevitable cuando se hacen fotos fijas de un escenario]

Para colmo, cuando los islamistas hacen uso de la violencia en tierras del Primer Mundo la elevada calidad y capacidad para transmitir información constituye un arma poderosa, pues multiplica por mil la sangre de doce, además de difundir miedo a la par que rabia, pasión y compasión, convicciones y también disimuladas dosis de odio que luego, si es preciso, será aprovechado para matar o para seguir observando la muerte de los otros como algo lejano, ajeno y justificado.

"Lot y sus hijas", de Goltzius, óleo perteneciente a la colección
del Rijksmuseum (Ámsterdam)

El libro que

presenta como

héroes a tipos 

que cometen
acciones deleznables

El Corán inspira a los violentos, dicen escandalizados quienes descalifican los textos sagrados del islam, al tiempo que presentan la Biblia como mensajera de amor y de paz…
¡Cuánto daño hace la ignorancia!, En la Biblia hay más episodios y ejemplos de violencia —¡sagrada violencia!, por supuesto— que en el Corán.

Los libros del Antiguo Testamento contienen decenas de asesinatos, incluidos parricidios e infanticidios, ensalzan y premian a los cobardes, tramposos, xenófobos, adúlteros y traidores, que en numerosos casos son presentados como héroes y mensajeros del bien.

He aquí algunos ejemplos (por orden alfabético de los protagonistas):

* Abraham obligó a su esposa, Sara, a simular que era su hermana y por si fuera poco, actuó como un vulgar proxeneta al entregarla para goce sexual de varios reyes y obtener así una fortuna. Además, Abraham hizo uso sexual de una esclava, Agar, según la Biblia con la intención de tener descendencia porque Sara no se quedaba embarazada. 

* David forzó a una mujer casada a ser su amante e hizo matar al marido de la elegida para tal honor; embargo, es uno de los protagonistas de la Biblia más alabado y fue el rey seleccionado por dios para conducir a su pueblo... Todo un ejemplo.

* Jacob engañó a su hermano Esaú y al padre de ambos Isaac, que era ciego, para apoderarse de los bienes a los que daba derecho la primogenitura.

* Jefté, de profesión juez, asesinó a su hija única para cumplir un pacto con dios.

* Lot ofreció a sus dos hijas vírgenes para impedir que los sodomitas violasen a dos ángeles, que según esa explicación tenían sexo (fuera masculino o femenino), pues de lo contrario el sacrificio de las dos muchachas carecería de lógica.

* Mesa, rey de los moabitas, salvó a su país de la destrucción y de la furia divina inmolando a su hijo mayor porque dios le había instado: «si tienes un hijo rebelde, ¡mátalo!»

* Noé maldijo a toda la familia de su nieto y a sus descendientes porque el hijo menor de este descubrió al bisabuelo ebrio. Para no cansar al lector/a, sólo un ejemplo más:

* Tamar fue violada por su hermano Amnón, hijo de David; o sea, que el del bíblico y admirado rey David era un clan merecedor de lucir el marchamo de la rectitud moral.

Además de estos y de otros héroes, conviene recordar que los botines de guerra prototípicos de la Biblia, siempre con dios en la punta de la lengua o de la espada, eran reses de vacuno, animales de carga, generalmente burros, y mujeres… ¡vírgenes!, por supuesto.

El libro es sagrado, según dicen. En todo caso, son textos esclarecedores.
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Ilustración capturada en «Esperando a Voltaire»
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La religión

sólo es el ropaje

No, a fecha de hoy las violencias islamista y cristiana son, como mucho, hijas putativas de la religión.
El origen de lo ocurrido esta semana en París está más allá de la religión y más acá de La Meca.
Europa ha vivido otra tragedia absurda, inútil, generadora de miedo y que, para colmo, será utilizada por los fanáticos para alimentar su necesidad de odio y por los partidarios de limitar las libertades en beneficio de la seguridad, dirán los portavoces mediáticos "de orden".
Diecisiete víctimas inocentes, más el terrible dolor causado a las personas que las amaban y necesitaban, y tres victimarios enajenados que —¡no nos engañemos!— no han actuado movidos sólo y exclusivamente por convicciones religiosas.
El odio que han acumulado los tres asesinos en el seno de la sociedad donde han crecido, se han formado y han vivido tiene más raíces que las religiosas y estas son las que menos "nutrientes" aportan.
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INFORMACIONES relacionadas:
* Vídeo grabado por el enajenado antes de la toma de rehenes en el supermercado, en el que proclama que «lo que vamos a hacer, os lo merecéis», via Público;
* Oleada de ataques contra entidades islámicas en Francia, vía 20minutes (fr).
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DE INTERÉS:
«Charlie Hebdo: la infamia», por Michael Löwy, vía Sin Permiso;
«L'attentat contre Charlie Hebdo: l'ocultation politique et mediatique des causes, des conséquences et des enjeux», por Saïd Bouamama, vía Investig'Action. 
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CON ANTERIORIDAD, en ImP:
«El agujero negro de Oriente Próximo. Los Saud»;
«Toharia: "La religión es soberbia"».