En España hay 3,1 millones de viviendas disponibles y la demanda anual es de 220.000

Todas las cajas y varios bancos corren excesivos riesgos o peligro de quiebra

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Los problemas que acusan las entidades financieras españolas (bancos y cajas) están íntimamente ligadas a sus inversiones e intereses en el ladrillo. La información de que se dispone al respecto y que se difunde en España es deficiente, por no decir que es mínima y está sesgada. Los técnicos de Natixis, han elaborado un estudio del sector inmobiliario español que pone los puntos sobre muchas íes.
Natixis, compañía del grupo francés Banque Populaire et Caisse d'Epargne (BPCE) del que forman parte 37 entidades financieras, ofrece una fotografía del mercado inmobiliario hispano que ayuda a entender la creciente inquietud que reina en las cúpulas de bancos y cajas de ahorros, pues la debilidad de al menos una decena de entidades --según fuentes de la Administración-- es preocupante. Las peores situaciones se dan en las cajas.

En el origen de todos los males casi siempre destaca el mismo error, derivado de la codicia: haber colocado casi todos los huevos en la misma cesta.

Las cifras que figuran  en el cuadro adjunto están basadas en el informe de Natixis y corresponden al último trimestre de 2010 con datos que han sido recabados en el sector de la construcción, así como en fuentes inmobiliarias y bancarias.

Según el informe de Natixis, la oferta global existente suma 3,1 millones de viviendas y la demanda anual es de 220.000 (el dato de la demanda corresponde a 2009, pero se mantiene en cuantía similar, si bien la cifra ha sido calificada de baja por varios expertos españoles que apuntan demandas mayores pero sin aportar referencias que avalen sus tesis).
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Bancos y cajas de ahorros poseen 950.000 viviendas
Casi la tercera parte de las 3,1 millones de viviendas computadas están en manos de la banca y la cifra va en aumento, sin contabilizar otras viviendas sobre las que las entidades financieras admiten poseer derechos pero rehúsan informar de cifras exactas; en total, bancos y cajas tienen las llaves de un millón y medio de viviendas en desuso, aproximadamente.
Todas las entidades, sin excepción, ocultan las cifras u ofrecen sólo cuantías aproximadas de su implicación en el negocio del ladrillo.
De esos 950.000 pisos de los que son titulares bancos y cajas, 350.000 están (o podrían estar) en venta y los 600.000 restantes no están acabados de construir o todavía no han sido equipados de forma suficiente para salir al mercado.

Los bancos alemanes, británicos, franceses y holandeses --entre otros actores extranjeros menos relevantes-- hacen un estrecho seguimiento de los avatares inmobiliarios hispanos, no en vano han prestado elevadas cantidades a las entidades financieras españolas y han invertido en empresas y proyectos constructivos.
Por su parte, la banca española también hace un seguimiento de los datos que circulan sobre el sector, pero con un objetivo bien distinto: controlar la información, silenciar o modificar datos que consideren perjudiciales o inconvenientes, así como negar aberraciones cometidas y ocultar que los sobrevalorados ladrillos constituyen en muchos casos su principal activo... y también germen de su posible ruina.
Para desviar atenciones y ocultar dislates, el sistema bancario español disfruta del apoyo explícito o implícito de los medios y de la comprensión de la Administración; los primeros porque facturan publicidad directa o indirecta y la segunda, temerosa de que la burbuja inmobiliaria reviente demasiado rápido y sin control.
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CON ANTERIORIDAD:

"La solidez de la banca española tiene torna";

"Vivienda: De los créditos basura a los precios simulados", y

"En España ya son 500.000 las familias condenadas al desahucio".