El empeño de CC OO y UGT en seguir negociando con el Gobierno carece de racionalidad desde un punto de vista estrictamente sindical, salvo que defender derechos laborales y sociales haya dejado de ser el eje en torno al que gira la acción sindical.
Todo indica que en el empeño negociador de las direcciones de CC OO y UGT hay motivaciones políticas que, en resumen, son dos:
1. Hacer suya la dualidad PSOE-PP, que para colmo es falaz en gran medida, y
2. Asumir una responsabilidad que es ajena a los trabajadores: evitar que la grave recesión desemboque en una desestabilización política.
Considerar que las políticas socio-económicas del actual PSOE y del PP son diametralmente opuestas es objetivamente ridículo. El giro derechista del Gobierno de Rodríguez Zapatero, que ha convertido la transversalidad en el caballo de Troya de la Tercera Vía muerta, reduce las diferencias PSOE-PP a matices.
1. Hacer suya la dualidad PSOE-PP, que para colmo es falaz en gran medida, y
2. Asumir una responsabilidad que es ajena a los trabajadores: evitar que la grave recesión desemboque en una desestabilización política.
Considerar que las políticas socio-económicas del actual PSOE y del PP son diametralmente opuestas es objetivamente ridículo. El giro derechista del Gobierno de Rodríguez Zapatero, que ha convertido la transversalidad en el caballo de Troya de la Tercera Vía muerta, reduce las diferencias PSOE-PP a matices.
Y lo segundo, que CC OO y UGT hagan suyas responsabilidades que se niegan a asumir quienes provocaron el dislate financiero y la consiguiente recesión (la banca y los mercados) no sólo es ridículo, sino también injustificable porque equivale a endosar a los trabajadores la responsabilidad central de reponer el dinero apalancado.
Una carta suscrita por afiliados de CC OO dirigida al secretario de la central, Fernández Toxo, ilustra el debate abierto entre los partidarios del sindicalismo de clase y quienes confunden ser responsable con comprender los abusos del sistema financiero:
«No podemos tener dudas. El compromiso que hemos adquirido con los trabajadores en la huelga general es muy serio y no podemos defraudarles. No podemos volver a la senda del diálogo social permitiendo al Gobierno y la patronal hacer lo que les venga en gana cuando ya los datos de los tres primeros meses de vigencia de la reforma laboral reflejan sendos aumentos del paro y la precariedad. Exijamos la derogación de la reforma y movilicémonos por ello». ¿Harán caso en las cúpulas?
Una carta suscrita por afiliados de CC OO dirigida al secretario de la central, Fernández Toxo, ilustra el debate abierto entre los partidarios del sindicalismo de clase y quienes confunden ser responsable con comprender los abusos del sistema financiero:
«No podemos tener dudas. El compromiso que hemos adquirido con los trabajadores en la huelga general es muy serio y no podemos defraudarles. No podemos volver a la senda del diálogo social permitiendo al Gobierno y la patronal hacer lo que les venga en gana cuando ya los datos de los tres primeros meses de vigencia de la reforma laboral reflejan sendos aumentos del paro y la precariedad. Exijamos la derogación de la reforma y movilicémonos por ello». ¿Harán caso en las cúpulas?
Mágnifica entrada Don Felix; lúcida por demás.
ResponderEliminarun abrazo
A TXEMA,
ResponderEliminarCC OO y UGT deben cumplir el rol que les corresponde. En una sociedad democrática ¡real! los sindicatos deben ser lo que son, la derecha debe ser derecha, etcétera, etcétera y el PSOE debe ser... ¡Pero en España la socialdemocracia ha optado por la "línea Blair"!; es decir: avanzar hacia la nada (incluida la nada electoral).
Es más complejo, pero hay cosas indiscutibles --salvo que rompamos la baraja de la estabilidad--, y una de ellas es que los sindicatos deben ser lo que son, ¡sindicatos!
Negociar desde una óptica sindical con este Gobierno, ¡con lo que está haciendo!, es injustificable.
No hace falta radicalizarse; se trata, sencillamente, de dejarlo solo, que es lo que se ha ganado a pulso.
Miles de millones de euros para bancos y cajas mal gestionados y, en cambio, suprimen los 426 euros mensuales para los desempelados sin subsidio que evitan la miseria en miles de hogares. Solo por esto, el PSOE de Rodríguez Zapatero ha dejado de merecer el respeto político de los trabajadores.
Pues estoy totalmente de acuerdo. Tengo una entrada preparada sobre este tema y va en esa misma línea.
ResponderEliminarun saludo
Los dos sindicatos mayoritarios son una correa de trasmisión necesaria para las reformas del gobierno.
ResponderEliminarCon su aptitud están desmotivando aun mas a los trabajadores y dejándonos a los pies de los caballos.
El Psoe dejó de ser un partido de izquierda en lo económico hace mucho tiempo y los sindicatos se asemejan cada vez mas a los verticales