¿Recuerda usted las acusaciones que se vertieron contra los profesionales de la sanidad del hospital Severo Ochoa de Leganés?, ¿recuerda que en marzo de 2005 fueron acusados de practicar sedaciones ilegales?...
¿Recuerda que prácticamente se les imputaron decenas de asesinatos u homicidios?, ¿recuerda que entre los acusadores destacaron el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, y la lideresa del PP y presidenta del Gobierno autonómico madrileño, Esperanza Aguirre?
¿Recuerda que prácticamente se les imputaron decenas de asesinatos u homicidios?, ¿recuerda que entre los acusadores destacaron el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, y la lideresa del PP y presidenta del Gobierno autonómico madrileño, Esperanza Aguirre?
¡Tres años después!; sí, ni uno ni dos, tres años después la Justicia ha dictaminado que las acusaciones de Aguirre y de sus mariachis constituían una patraña.
¿Pedirá disculpas el popular Gobierno de la comunidad autónoma madrileña?
A pesar de ser ateo no me queda otra que decir un: "¡¡Dios existe!!!" o un "Allah-u-Akbar!!".
ResponderEliminarMientras tanto, Doña Mariquita Pérez (como le llama mi mamá)sigue diciendo que "se hará lo que se tenga que hacer". ¡Qué remedio! Por suerte aún hay jueces con un poco de "sentidiño" e "independencia". Y tambien por suerte las sentencias firmes son de ejecución forzosa.
Un abrazo ;-)
Claro claro, pedirá disculpas montando un unicornio rosa y rodeada de las hadas mágicas del bosque.
ResponderEliminarYo no quiero que pidan disculpas, porque serían fariseas sin duda. Pido responsabilidades políticas. Y sin tener ni idea de derecho, ¿no habría responsabilidades penales, por mentir deliberadamente, difamar y menoscabar la autoestima personal y profesional de las personas?
ResponderEliminarClaro que me acuerdo Félix.
ResponderEliminarNos manifestamos, protestamos e despotricamos por la política de la señora Aguirre.
Desde luego, lo que tendria que hacer ella es DIMITIR.
(no sé si te ha llegado el coment)
CCOO de Madrid exige que se asuman responsabilidades políticas en el "caso Severo Ochoa"
ResponderEliminarDeben repararse los daños que desde el Gobierno regional se han causado a la sanidad pública madrileña y a sus profesionales
Deberían rodar "cabezas" políticas. Pero en este país no dimite ni Dios.
ResponderEliminarLa justicia ha determinado que los médicos acusados en este caso eran inocentes. Me quedo con esa idea. Sin embargo, es razonable y hasta deseable que los políticos y funcionarios denuncien los hechos que supongan delito, esa es otra idea que, estimo, muchos compartirán conmigo. Sin embargo aquí hay un fallo que es responsabilidad de los funcionarios que llevaron el caso a la justicia, y ese fallo puede deberse a dos razones.
ResponderEliminarUna de esas razones es un exceso de celo que los llevó a denunciar el supuesto sin antes haberse asesorado de manera correcta por un grupo de especialistas independientes. Un grupo de especialistas les hubiese disuadido, seguramente, de presentar la denuncia, más quizás por considerar que el caso requería un tratamiento urgente decidieron no hacerlo para evitar más muertes.
La segunda razón es la necesidad de promoción política. Pensaron que este caso les iba a dar muchas horas de atención por parte de los medios y que a la larga sería olvidado, es decir, que lo importante era el cubrimiento que los medios hiciesen en el momento de la denuncia y no en el momento del fallo judicial y este razonamiento se asa en creer que la mayoría de quienes se dedican a la política se desesperan por aparecer en informativos televisivos y periódicos en el papel de justiciero vengador.
Por un lado, entonces, tenemos a un grupo de médicos sobreseídos de los graves cargos que se les imputaban. Por el otro tenemos a un grupo de personajes de la política que pueden haber cometido uno de dos errores, un error más justificable que otro, por cierto, pero dos errores al fin. ¿Qué podemos esperar de la justicia?
Que determine que tipo de error cometieron quienes representaban a la comunidad de Madrid, porque uno de esos errores es gravísimo, impone la necesidad personal a la necesidad comunal, impone el egoísmo a la solidaridad, el amor propio al respeto, y una persona que cae en esos vicios ha de ser inhabilitada (sí, dije inhabilitada) de desempeñar alguna función pública el resto de su vida.
Es gravísimo, aunque normal, que un político olvide a quien representa y pase a utilizar el poder que le dan sus represenados en beneficio propio, eso no ha de suceder jamás, es malversación de la fe pública, es mal utilizar la confianza que sus votantes han depositado en él.
¿Se animará la justicia a tanto? Esa es una pregunta que todos sabemos responder: Jamás.
¿Demostrarán los políticos tanto celo para denunciar los casos de corrupción de sus compañeros de partido? También sabemos esa respuesta: jamás.
Y ese es el problema, el jamás.
Un abrazo.