El presidenciable Mariano Rajoy Brey, líder del PP, lo ha dejado claro: «En Galicia somos como somos». Rajoy cree saber como son todos los gallegos... ¿Y cómo son? ¡Como él!, naturalmente... Conviene, no obstante, contextualizar las cinco palabras de Rajoy.
Ocurrió durante la entrevista que el popular concedió a TVE (la TV más manipulada del país, dijo él mismo hace apenas quince días), durante la que fue invitado a dar su opinión sobre el espectáculo que han ofrecido durante estas católicas (¿?) fiestas el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, y la ex modelo y cantante Carla Bruni.
Rajoy contestó: «Las opiniones son libres, ¿qué quiere que le diga?... Yo en ese sentido, para bien o para mal según se juzgue, soy más clásico, soy de Pontevedra. En Galicia somos como somos».
Ocurrió durante la entrevista que el popular concedió a TVE (la TV más manipulada del país, dijo él mismo hace apenas quince días), durante la que fue invitado a dar su opinión sobre el espectáculo que han ofrecido durante estas católicas (¿?) fiestas el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, y la ex modelo y cantante Carla Bruni.
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Los seres vivos unicelulares son menos simples.
Si se analiza con precisión la respuesta del líder del PP, cabe destacar que evidencia falta de carácter, ¿o será que adolece de débiles convicciones? Prácticamente la mitad de las palabras que utiliza están dedicadas a justificarse y sembrar dudas sobre sus propias opiniones: «Las opiniones son libres», luego, disculpen las mías; «¿qué quiere que le diga?», preferiría no decir lo que había pensado; «para bien o para mal», por favor, mi deseo sería contentar a todos y ser como todos y cada uno de los telespectadores cree que soy; y para redondear su no-respuesta hace una afirmación gratuita y ajena al asunto: «En Galicia somos como somos».
En definitiva, hablando del caso Sarkozy-Bruni, en Rajoy sólo es perceptible la convicción (¿?) cuando dice «somos como somos», que equivale a decir nada.
[Galicia ten 2,7 millóns de habitantes e hainos feos, juapiños e moi juapas, e ademáis é moi doado atopar belezas ou persoas tan atrativas como Charo López e Bardem "Sampedro"; na política tamén hai variedade, pois temos conservadores como Núñez Feijoo, Baltar ou Ana Pastor e xente comprometida co futuro como Suárez Canal ou Iolanda Díaz; hai galegos loiros, moreniños e mesmo negros, en Burela hainos a ducias; hai persoas de 160 centímetros e as que poden falar co pivot Fran Vázquez sen estirar o pescozo... En resumo, a opinión de Rajoy sobre a humanidade galega é parella á que deu sobre Sarkozy-Bruni: superficial]
Me ha gustado conocer este episodio. Es curioso como, en cuanto se pregunta a algún político español sobre algo ajeno a su mundo profesional, se queda fuera de juego.
ResponderEliminar¡Qué falta de seguridad, por favor! ¿Y éste nos quiere gobernar?
Es una pena y da dolor que un candidato a la presidencia como Mariano Rajoy vierta comentarios tan vacíos y grises que no dicen nada, sólo un juego de palabras, la unión de unas sílabas para dar una respuesta que él debe creerse grandilocuente. Es una lástima que la oposición en el Gobierno no tenga un líder de verdad, un candidato a la presidencia en condiciones de gobernar España. Con todo el respeto que me merecen los gallegos, su respuesta no deja de ser propia de los gallegos, a los que desde fuera se les tilda de contestar con una nueva pregunta a su interlocutor. En eso, puede que sea un gallego auténtico, aunque creo que la gente de Galicia tiene otros valores mucho más importantes e interesantes de los que pretende mostrar Mariano Rajoy.
ResponderEliminarvivamos como gallegos!
ResponderEliminarLa verdad es que sus palabras le delatan: inseguro, falso, hipócrita y mejor nos sigo.
ResponderEliminarNo, no es gallego. Me niego a pensar que lo es. Yo creo que es marciano, bastante. El primo debe estar pidiendo exilio en alguna parte.
Bicos
Bolívar, la gente en Galicia tiene unos valores u otros. Hay quien tiene además valores de los que cotizan en bolsa.
ResponderEliminarLo de responder con una pregunta tiene su explicación: durante siglos, al paisano gallego le han hecho tomar partido en política. Política significaba defender a tu cacique (los restos de la pequeña nobleza y comerciantes enriquecidos) contra la "banda" del otro cacique. Enfrentamientos que a veces acababan en muerte (muchas cruces en los caminos son encuentros de ese estilo).
Así, el gallego ha aprendido a desconfiar de la "política" (haga como yo, y no se meta en política, que dijo un famoso gallego) y a soslayar las preguntas para no verse comprometido con la respuesta.
Raxoi no contesta así por ser gallego (¿cómo es un gallego? vaya botaratada), sino porque es político.
"mi deseo sería contentar a todos y ser como todos y cada uno de los telespectadores cree que soy"
Es así como se ganan las elecciones, y no tomando posición en los temas para ganarte la adhesión de unos pero la enemistad de otros. Has de ser forzosamente indeterminado en tus planteamientos, genérico, vago, para sumar votos sin perderlos.
Raxoi lo sabe. Zapatero también. Para dar leña tienen a sus mamporreros.