Con sus acciones y pronunciamientos, la organización religiosa Iglesia Católica, Apostólica y Romana ha pintado blanco sobre negro uno de los problemas más duraderos e hirientes de las Españas:
¿Es razonable que la convivencia y la paz sociales tengan que estar supeditadas a la imposición de las normas de una creencia trufada de dogmas acientíficos, o por el contrario lo más sensato es establecer unas normas (o leyes) de convivencia y aceptación general?
¿Es razonable que la convivencia y la paz sociales tengan que estar supeditadas a la imposición de las normas de una creencia trufada de dogmas acientíficos, o por el contrario lo más sensato es establecer unas normas (o leyes) de convivencia y aceptación general?
Nadie ignora --salvo los ingenuos y los bobos-- que las verdades indiscutibles, sean religiosas o ideológicas, constituyen el pan de los fundamentalismos.
Esta probado con suficiencia que la curia ha decidido ser germen de intolerancia y, por tanto, se ha convertido --una vez más-- en un problema de convivencia y sus tejemanejes son, por ende, imprudentemente tolerados por la Administración, que además subvenciona sus actividades inconstitucionales e incluso anticonstitucionales.
De hecho, los tres poderes del Estado de Derecho (ejecutivo, legislativo y judicial) consienten que una potencia extranjera (el Estado del Vaticano) y sus representantes se inmiscuyan en asuntos internos e intenten alterar --recurriendo incluso a la mentira-- el ordenamiento jurídico del Estado.
Laicismo no es sinónimo de ateísmo
El grado de manipulación intelectual a las que recurren los vaticanistas son tales que algunos de sus dirigentes tergiversan conceptos para lanzar la falacia de que lacismo y ateísmo son lo mismo.
Sin embargo, el laicismo es radicalmente ajeno a dicotomías como teísmo-ateísmo, creencia-ciencia, bueno-malo, pecado-virtud y demás maniqueísmos.
La esencia del laicismo, a la vez que el objetivo, es una, simple y cabe resumirla así:
El Estado debe ser aconfesional porque sólo así puede proteger el derecho a practicar todas las religiones e ideologías que sean respetuosas con las reglas de juego (las leyes) que garantizan la convivencia.
El Estado debe ser aconfesional porque sólo así puede proteger el derecho a practicar todas las religiones e ideologías que sean respetuosas con las reglas de juego (las leyes) que garantizan la convivencia.
La Iglesia Católica miente con premeditación porque sus dirigentes --que no padecen discapacidad mental alguna ni son gentes aculturizadas-- saben perfectamente que laicismo no es sinónimo de prohibir las creencias religiosas.
Llegados a este punto y a fin de aclarar conceptos básicos que la dirección del PSOE parece orillar por motivos nunca razonados (al PP ni siquiera es útil mentarlo porque su ideario al respecto está contaminado y necesita instrumentalizar la doctrina católica), vale la pena leer un texto de Ulrich Beck que empieza con esta frase:
«La tentación totalitaria es inherente al humanitarismo de la religión. Del universalismo de la religión nace la fraternidad entre clases sociales y naciones, pero también el odio. Dios puede civilizar a los hombres e igualmente convertirlos en bárbaros. Ahí van cuatro tesis para ilustrarlo...»
Siga leyendo “Dios es peligroso”, en El país.
Yo también me leí el texto de Ulrich Beck en la versión impresa de El País.
ResponderEliminarMe desespera sobremanera este círculo vicioso de ignorancia y maniqueísmo en el que seguimos viviendo... En estas últimas semanas he oído declaraciones que me han transportado mentalmente a la Edad Media.
Increíble texto el de Ulrich Beck, no pude dejar de leerlo hasta finalizarlo y me sería difícil coincidir aun más con sus conclusiones.
ResponderEliminarEl problema, tal y como queda explicitado en ese artículo, es que la fe no se razona, la fe se impone. Razonar a dios es pecado, querer saber tanto como dios es pecado, solo dios debería saber la diferencia entre bien o mal.
Lo que resulta paradójico es que esta posición hace que la iglesia pierda creyentes y gane fanáticos. Un fanático no es, ni jamás será, un creyente, sino solo el síntoma de una personalidad enferma.
Un abrazo.
Enhorabuena por esta entrada que refleja a la perfección mi manera de pensar y sentir al respecto.
ResponderEliminarLas injerencias en el estado vienen acompañadas desde hace demasiado tiempo de mentiras y manipulaciones que no deberían de caer en saco roto. La flojera con la que ha actuado el gobierno no hace sino alimentar estas actitudes, y va siendo hora de que haya un movimiento social potente que luche por un estado laico y respetuoso con la colectividad y con cada uno de los individuos que la conforman.
Besitos/azos.
Yo no lo leo porque sé que voy a estar de acuerdo en todo (siempre me pasa con los textos ateístas).
ResponderEliminarCuando la gente cree en cosas irracionales y fantasías, no puede salir nada bueno a largo plazo. Sería inofensivo que la gente empezase a adorar a Gandalf como su dios... al principio. Al llegar cierto punto, la creencia en algo absurdo te lleva a decir y hacer cosas absurdas. Y las cosas absurdas se convierten en cosas peligrosas en un abrir y cerrar de ojos.
No sé, es que lo de estado laico me parece tan fuera de toda discusión, que me da pereza hablar de ello. Es como si tuviera que discutir con alguien por qué no se estudia a Nostradamus en las escuelas... pues porque NO y punto, no hay que gastar saliva.
A mi hace muchos años me enseñaron que Fé consiste en creer algo sin que lo hayas visto. Además, me decían que la fé se tiene o no se tiene... luego de poco o nada habrían de servir las explicaciones, los cursos, las oraciones aprendidas y demás rituales asociados a la religión desde siempre. Yo no tengo fé en ningún dios, así que no entiendo que desde una confesión religiosa(sea ésta la que sea) se me intente no sólo convencer de la necesidad de la existencia de un ser divino superior, sino también se me quiera obligar a mantener económicamente a quienes sí digan tener esa fé y que, para colmo, se pretendan influir en la actividad administrativa que se le supone al gobierno de la nación y, indirectamente, a un Parlamento expresión de la pluralidad ideológica.
ResponderEliminarNo sé si me he liado o se me entiende, pero es que la ICAR me está tocando ya demasiado la moral (por no citar otras partes de mi anatomía).
Un abrazo (aunque no comente casi, sigo pasádome por aquí) ;-)
Así es cuando se nos ha dado una educación positivista y materialista y por que no decirlo, marxista; si sales y volteas al cielo y miras al infinito, por que no pensais en la vida eterna?, si consecuentamos la version de Darwing que no ha dejado de ser una TEORIA entre muchas otras, el hombre no trascendera ni aspirará a más y solo quedará en el reino animal como una especie pensante que no logro desarrollar ni el 30% de su cerebro, por almacenar basura materialista. ahora nose como se os llaman hijos de España si han dejado de recordar como en un tiempo Fue un Imperio gloriosoy como por la perfidia del Judio cayó hasta ser la España sin Dios, que tristeza da ver como el marxismo corroe hasta las venas, y por esto mismo España no se levantará y seguirá siendo uno más de la cola.
ResponderEliminarpor cierto hagance una pregunta. deque religión es Ulrich?
no será que es de la misma que Marx, darwing, Engels, o Theodore Herzl? tristes masas ingenuas. España se hunde y no mirais la inmundicia en que estais parados.
Aunque --salvo que el autor se identifique previamente por correo o sea el administrador de una bitácora-- Im-Pulso no edita comentarios de personas no identificadas, pero el texto precedente ha sido reporducido por el interés que tiene conocer la opinión de alguien que denosta la ciencia y la supedita a las creencias.
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