La noticia más relevante a propósito de la crisis económica --al margen de episodios puntuales como el de Lehman Brothers-- es que aumenta el número de parches.
Desde hace varias semanas el Banco Central Europeo (BCE) y sus homólogos británico y estadounidense (la Reserva Federal) inyectan dinero y más dinero para paliar la falta de liquidez del sistema financiero. En contra de lo que millones de ciudadanos creen, los bancos centrales no regalan el dinero, sino que prestan fondos para apagar fuegos. Nada más.
La táctica de apagar fuegos no supone incrementar la disponibilidad real de líquido y, en paralelo, propicia que los bancos menos escrupulosos --¡que no son pocos!-- sigan practicando el que desde los primeros años noventa es su deporte favorito: invertir en los productos que proporcionan rendimientos rápidos y elevados. En una palabra: especular.
Las inyecciones de dinero de los bancos centrales constituyen un parche. Nada cambia. Peor aún, esas aportaciones de teórica liquidez sirven para aplazar sine die --y a la postre impedir-- la puesta en marcha de medidas efectivas para acabar con la opacidad del sistema bancario y, así, erradicar fenómenos como el de las subprime, poner coto a los movimientos trasnacionales de capital de carácter exclusivamente especulativo, y controlar los mercados de futuros (por ejemplo, las opciones de compra de petróleo a tres y seis meses vista, entre otras aberraciones).
Los bancos centrales, especialmente el de EE UU, tienen una elevada cuota de responsabilidad en la crisis que se inició en Norteamérica hace ya más de un año.
La desregulación que tantas bondades aporta según insisten los neoliberales (en España, léase PP) es el motor de esta y de anteriores debacles, aunque ninguna --desde 1929-- había alcanzado cifras como las actuales.
No es un crac al estilo de 1929, pero el actual episodio constata que las instituciones creadas en Bretton Woods (Banco Mundial y FMI) tras la segunda guerra mundial (así como los bancos centrales) requieren urgente reforma.
..
..
La timidez ideológica de Rodríguez Zapatero
Mientras, en España, el Gobierno --que es de corte socialdemócrata y práctica una especie de keynesianismo suave-- parece empeñado en ocultar lo evidente: el sistema es el que es y es imposible parar la que cae y la que se avecina; en todo caso, sólo cabe reducir los daños.
Por tanto, desde una óptica realmente socialdemócrata o progresista, el Gobierno no debería maquillar los hechos, sino decir alto y claro lo que hay: el sistema neoliberal que tanto defiende el PP es perverso, ignora las fronteras y da barra libre a los especuladores.
Sin embargo, la dirección del PSOE sigue sin entender --o sin asumir-- que hay dos estilos de fomentar la desconfianza, la ignorancia y la idiotez sociales: la táctica retórico-demagógica de la derecha dura, y abusar de las medias tintas, que es lo que hace la izquierda caviar.
..
..
La desmemoriada demagogia de Rajoy Brey
Y la oposición de derechas, con Mariano Rajoy al frente, hace lo que mejor sabe: manipular datos y enlodar debates.
De entrada, los rajoy ocultan sistemáticamente que la mecha de la crisis la colocaron los créditos basura estadounidenses --¡no el gobierno!--, y para fomentar la ignorancia y la visceralidad de las gentes se niegan a reconocer un hecho incontrovertible: la burbuja inmobiliaria, las ventajosas privatizaciones de bienes públicos y el todo el monte es orégano de la era Aznar constituyen el factor que agrava los efectos de la crisis internacional en España. Para colmo, los rajoy y sus aliados mediáticos insisten en que el crédito fácil, la especulación y los derroches del último decenio son ejemplo de progreso y estabilidad.
ENLACES a informaciones y artículos de interés referidos a la crisis:
"La crisis de Lehman Brothers apenas afecta al ahorrador español", en NUEVA TRIBUNA;
“Medidas económicas y fiscales para resolver la crisis”, por Vicenç Navarro;
“La paradoja financiera más perfecta de la historia”, en AlterEconomía;
“Política económica sin discurso político”, por Juan Hernández Vigueras;
“El dramático rescate de AIG”, en El economista, y
"¿Cómo darle 700.000 millones a un individuo sin supervisión?", en NUEVA TRIBUNA.
"La crisis de Lehman Brothers apenas afecta al ahorrador español", en NUEVA TRIBUNA;
“Medidas económicas y fiscales para resolver la crisis”, por Vicenç Navarro;
“La paradoja financiera más perfecta de la historia”, en AlterEconomía;
“Política económica sin discurso político”, por Juan Hernández Vigueras;
“El dramático rescate de AIG”, en El economista, y
"¿Cómo darle 700.000 millones a un individuo sin supervisión?", en NUEVA TRIBUNA.
PARA CONOCER lo esencial del origen de la Reserva Federal lea "El carácter privado del banco central de EE UU".
..
ACTUALIZACIÓN (jueves 18 septiembre):
El banco central de EE UU ha decidido salvar de la quiebra a la primera aseguradora estadounidense, AIG, que había invertido ingentes cantidades de dinero en operaciones de alto riesgo, ¡prestándole 85.000 millones de dólares a cambio del 80 % de acciones de la compañía! Al parecer, la clase dirigente de EE UU odia tanto las nacionalizaciones que ni siquiera emplea la correcta denominación cuando recurre a ellas.
El banco central de EE UU ha decidido salvar de la quiebra a la primera aseguradora estadounidense, AIG, que había invertido ingentes cantidades de dinero en operaciones de alto riesgo, ¡prestándole 85.000 millones de dólares a cambio del 80 % de acciones de la compañía! Al parecer, la clase dirigente de EE UU odia tanto las nacionalizaciones que ni siquiera emplea la correcta denominación cuando recurre a ellas.
Aparte de ese detalle, que constata el grado de hipocresía al que llegan ciertos políticos --y que numerosos medios corean acríticamente--, también descolla el hecho de que el dinero público de EE UU se emplee en salvar a los especuladores al mismo tiempo que se recortan derechos sociales en un país en el que unos 40 millones de trabajadores carecen de seguro de enfermedad, entre otras singularidades del admirado american way of life.
Pues, te diré que esta crisis ha sido para mí el mejor de los negocios realizados por la Reserva Federal de los Estados Unidos de América...
ResponderEliminarUn abrazo.