Baltasar Garzón será juzgado por prevaricación --pese a que se inhibió en favor de los juzgados ordinarios, tal como indicaron sus superiores-- por abrir la posibilidad de que se investiguen denuncias de personas y entidades civiles --es decir, no actuó a iniciativa propia, ni en el vacío-- con la única finalidad expresa de localizar los cadáveres de los asesinados.
La acción de Garzón estaba amparada por principios y convenios de Derecho internacional, ¡suscritos por España!, que declaran imprescriptibles ese tipo de delitos; convenios que niegan toda legitimidad a la auto-amnistía preconstitucional de 1977.
Es más, Naciones Unidas amonestó a España por el vergonzoso perdón que el Estado otorgó a los criminales franquistas.
Pues bien, el impulsor del procedimiento abierto a Garzón es Luciano Varela, el mismo que por alambicados motivos absolvió a otro juez de un presunto delito de prevaricación, para lo que convirtió en anécdota penalmente irrelevante que el acusado hubiera recibido dinero de Juan Antonio Roca, el capo de la mafia marbellí.
La acción de Garzón estaba amparada por principios y convenios de Derecho internacional, ¡suscritos por España!, que declaran imprescriptibles ese tipo de delitos; convenios que niegan toda legitimidad a la auto-amnistía preconstitucional de 1977.
Es más, Naciones Unidas amonestó a España por el vergonzoso perdón que el Estado otorgó a los criminales franquistas.
Pues bien, el impulsor del procedimiento abierto a Garzón es Luciano Varela, el mismo que por alambicados motivos absolvió a otro juez de un presunto delito de prevaricación, para lo que convirtió en anécdota penalmente irrelevante que el acusado hubiera recibido dinero de Juan Antonio Roca, el capo de la mafia marbellí.
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