10 junio 2008

La Blogosfera y la Red quitan el sueño a los biempensantes

La comisión de cultura del Parlamento de la Unión Europea (UE) ha propuesto la creación de un etiquetado voluntario de blogueros, mediante el que los autores informen de su identidad, de sus intereses y de su responsabilidad social (¿?).
La proposición está enmarcada en el Informe sobre la concentración y el pluralismo de los medios de comunicación en la Unión Europea, que ha sido coordinado y presentado por la eurodiputada estonia Marianne Mikko, y que será debatido en el pleno de la Eurocámara el próximo mes de septiembre.
La iniciativa abunda tangencialmente en un debate que --según algunos -- sigue sin resolver: los anónimos.
En este episodio merece especial mención la declaración de la eurodiputada María Badía, que ha afirmado lo siguiente: «En internet no existe seguridad de que la información sea cierta»… ¡Toda una genialidad! ¿Acaso existe esa seguridad en la prensa, radio y TV?
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María Badía
¿Acaso les molesta la información?...  

Badía, que debía estar sembrada, ha teorizado que el exceso de información está en el origen de las intoxicaciones que se registra en la Red; lo cual --según ella-- aconsejaría crear el censo voluntario de blogueros para «generar confianza» en los internautas. Semejante tesis abre la puerta a un sinfín de planteamientos similares en numerosos aspectos del mundo de la información --incluidos los medios convencionales.
Resulta curioso, ¡y sospechoso!, que desde las instituciones sólo apunten a la Blogosfera y a internet para defender la necesidad de acabar con las informaciones maliciosas.
La iniciativa, en esto hay que insistir, abunda tangencialmente en un debate que según algunos sigue sin resolver: los anónimos.
En el colmo del absurdo, una pléyade de institucionalistas --no sólo las eurodiputadas Mikko y Badía-- afirman que la propuesta presentada en Bruselas sólo constata el interés de la clase política por los problemas de ética y de privacidad que generan los contenidos creados por los usuarios de la Red. Es decir, pese a que la prensa, la radio y la TV llevan decenios causando problemas de ética y de privacidad, sin que las instituciones hayan sido capaces de ponerles coto (el tomate así lo demuestra), ahora resulta que el problema lo constituyen las páginas electrónicas…
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...¿O lo que molesta es que se informe de según qué?

¿No será que lo que realmente preocupa a los partidarios de etiquetados y registros es que la escasa inversión que requiere una bitácora deja la puerta abierta a que se difundan informaciones e ideas imposibles de manipular o aniquilar por quienes controlan el poder político y económico?
La iniciativa de Bruselas abunda tangencialmente en un debate que según algunos sigue sin resolver: los anónimos…
¡Pero resulta que este debate está tecnológica y legalmente resuelto! Tal como demuestran casos como el relatado en "Lección para los amigos de insultar y amenazar en la Red", y tal como ha explicado con didáctica claridad el letrado Carlos Sánchez Almeida, especializado en nuevas tecnologías.
Luego cabe preguntar: ¿Qué persigue la iniciativa que defienden Mikko y Badía?... ¿Usted cree que tienen miedo a la libertad? Personalmente, opino que, sencillamente, la odian.  

[ACTUALIZACIÓN: De momento, la iniciativa ha sido suspedida, pero tarde o temprano volverán a la carga, quizá mezclando este asunto con el del copyright

MÁS sobre este asunto, en las bitácoras eContenidos, Jack Daniel's blog y Mangas verdes.

4 comentarios:

  1. Preocupante notícia esta, mais tendo em conta que procede dumha instituiçom europea, onde a pesares de que as directivas ali aprovadas nos afectam num grao altíssimo, a "distáncia" entre cidadáns e estas instituiçons evita que na maioria dos casos se gere um debate sério na cidadania sobre estas qüestons.

    Por outra banda, esta iniciatia tem moita similitude coa aberrante proposta dumha concelheira do PP do meu povo que vostede sinalou brilhantemente neste blog.

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  2. He leído esta tarde la notici y me he estado riendo un buen rato. Luego, ya más sereno, he comenzado a vislumbrar ciertos nubarrones en el horizonte.

    Aparentemente, la propuesta de la señora Mikko no pasa de ser la gilipollez parlamentaria de una diputada ociosa. Sin embargo, mucho me temo que vamos a comenzar a ver en breve iniciativas de este tipo, y quizá alguna de ellas sí encuentre espuesta en los gobiernos. De hecho, no se trataría tanto de 'vigilar' directamente a los internautas -misión prácticamente imposible- como de tratar de establecer ciertas 'condiciones restrictivas' a los proveedores de espacios gratuitos, como el que nos aloja a usted y a mí, Blogger, sin ir más lejos.

    Ignoro qué tipo de argumentos podrían emplear. Pero se me ocurre alguno, como el de que la Red se puede ver saturada por la circulación de tanto blog. Qué se yo. Pero acostumbro casi siempre a ponerme en la peor de las situaciones (pura deformación profesional), y no me extrañaría que lo que hoy nos suena a memez de grueso calibre se convierta en Ley mañana.

    Una vez más, espero equivocarme.

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  3. Como ya empieza a ser habitual, los políticos y los burócratas tratan de poner puertas al campo. El problema es que el mundo está cambiando (aunque ellos no lo sepan) y cuando ellos van, Internet ya vuelve. El blog, gracias a su espontaneidad e inmediatez, gana adeptos por millares en todos los rincones del planeta y eso no la va a detener nadie. Y, como se aconseja en el caso de la prensa tradicional, el que se considere injuriado por algún texto (electrónico o sobre papel), que acuda a los juzgados y denuncie al responsable. Porque las nuevas formas de comunicación, como las convencionales, están amparadas por la libertad de expresión y reguladas por las leyes habituales. No hacen falta nuevas directivas con espíritu censor.

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  4. No tenía ni idea.
    Menuda propuesta. Estos se han aprendido de memoria el "1984" de George Orwell. Pues que les den...


    Bicos,

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