El pasado sábado, bajo el titular «La realidad no tiene enmienda: Galicia se suicida», describí a vuela pluma el penoso escenario demográfico del país gallego. Varios amigos y lectores de ImP, admitiendo que en lo esencial coinciden en el diagnóstico, consideran que en mi descripción había cierto grado de pesimismo.
Hoy, en La voz de Galicia, su corresponsal en Bruselas, Juan Oliver, abunda en el asunto y entre otras cosas, escribe:
«Europa se dirige a un devastador invierno demográfico cuya tormenta perfecta se está desatando en Galicia. Y resulta inaudito que los gallegos estén entre los europeos menos alarmados ante el temporal (...) Los socios de la UE con mejores tasas de natalidad y fertilidad son los que destinan más dinero a combatir la pérdida y el envejecimiento de población, levantando los obstáculos que hacen que los jóvenes se lo piensen antes de tener hijos...»
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Un hijo y gracias
Otro apartado del mismo reportaje informa de que «"Europa está abocada a una verdadera catástrofe demográfica", advierte el comisario de Asuntos Económicos de la UE, Joaquín Almunia, que lleva años denunciando que el envejecimiento es un problema mucho más grave que la recesión económica, el cambio climático, la crisis energética o la amenaza terrorista: "Es una bomba de efecto retardado que explotará en las manos de nuestros hijos y nietos..."»
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Un hijo y gracias
Otro apartado del mismo reportaje informa de que «"Europa está abocada a una verdadera catástrofe demográfica", advierte el comisario de Asuntos Económicos de la UE, Joaquín Almunia, que lleva años denunciando que el envejecimiento es un problema mucho más grave que la recesión económica, el cambio climático, la crisis energética o la amenaza terrorista: "Es una bomba de efecto retardado que explotará en las manos de nuestros hijos y nietos..."»
En Santiago, por ejemplo, se nota muchisimo... ahora que acaba el curso va a ser extraño ver a jovenes por aquí..
ResponderEliminarUn saludo
No existe una verdadera mentalidad natalista,CON DINERO O SIN ÉL.
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