«¿Cómo entender la historia de Almería sin su virgen patrona?», ha preguntado en voz alta el obispo de esa ciudad.
Puestos a preguntar, ahí van cuatro interrogantes, los hay a miles:
Adolfo González, obispo de Almería |
* ¿Cómo entender el pasado de Almería, Sevilla o Toledo sin Mahoma, pues los musulmanes habitaron y dieron esplendor a esas y a numerosas ciudades hispanas durante siete siglos?;
* ¿Cómo entender Catalunya sin la Marca Hispánica de los francos?;
* ¿Cómo entender Galicia sin los suevos y sin las raíces culturales galaico-portuguesas?, y
* ¿Cómo entender Melilla sin tener en cuenta a la nación bereber?…
Como esas cuatro hay cientos de preguntas útiles para que cualquiera --excluidos los integristas católicos-- comprenda que el agua no tiene porqué pasar siempre por el mismo molino.
En fin, el razonamiento --es un decir-- del representante del Estado del Vaticano en Almería obedece a que se opone a que todas las ideologías y religiones tengan los mismos derechos en el Estado español... sólo hay una verdad: la suya.
Toda una lección de tolerancia y respeto.
Toda una lección de tolerancia y respeto.
Abundando en bobadas, el obispo también ha analizado --es otro decir-- la crisis económica y ha llegado a la conclusión de que «entre las causas morales de la crisis está la ausencia de motivaciones trascendentes» ¿?
¿Causas morales? De entrada, el obispo considera incontrovertible que sólo existe una moral verdadera, la suya, por descontado, y apunta --aunque de forma implicíta-- que el sistema económico funcionaría bien con valores trascendentes, ¡si son católicos, naturalmente! Por tanto, ¡agárrese que vienen curvas!, desde una óptica católica sería aleatorio que el sistema esté inadecuadamente ordenado e interesadamente desregulado, ¡lo importante es la trascendencia!...
¿Causas morales? De entrada, el obispo considera incontrovertible que sólo existe una moral verdadera, la suya, por descontado, y apunta --aunque de forma implicíta-- que el sistema económico funcionaría bien con valores trascendentes, ¡si son católicos, naturalmente! Por tanto, ¡agárrese que vienen curvas!, desde una óptica católica sería aleatorio que el sistema esté inadecuadamente ordenado e interesadamente desregulado, ¡lo importante es la trascendencia!...
En fin, el obispo hace méritos para compartir espacio televisivo con magufos y visionarios.
MÁS DETALLES del episodio, en TERC3RA INFORMACIÓN.
Bona nit:
ResponderEliminarquiero suponer que Jesucristo no pensaba en esta "tolerancia" cuando predicó aquello tan bonito de amaos los unos a los otros.
Declaraciones y pensares como el que expone este obispo hacen medrar mi anticlericalismo.
Besos,
Iago Ruiz
Pues su forma de pensar coincide con algunos imanes que Arabía Saudí, donde está prohibido levantar templos o predicar otra religión que no sea la de ellos.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=QWj1jQgW8oE
No, si para ser tolarentes ya amar al prójimo no hay nada mejor que ser creyente.
Un abrazo.
Bueno, las religiones siempre han sido y siempre serán un instrumento de manipulación y control. Pero el obispo tampoco ha dicho nada tan grave. Si lo observamos desde un punto de vista neutral, la religión forma parte de nuestra Historia, y seguramente ha forjado una parte muy importante en el subconsciente colectivo, en nuestra cultura y nuestro carácter. No sé en qué contexto se ha dicho esta frase (viniendo de un obispo, me puedo esperar cualquier estupidez), pero a priori me parece tan acertada como tus posteriores interrogantes.
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