La socialdemocracia alemana se hunde y Merkel se consolida

Las recién celebradas elecciones legislativas de Alemania apenas han aportado novedades de relevancia. Las más destacables son, por este orden, tres:
Primera, el ascenso de los liberales del FPD, que entrarán en el gobierno;
Segunda noticia a destacar, el paso adelante de La Izquierda (Die Linke), que con casi el 12 % de los votos ha superado a Los Verdes (Bündnis 90 / Die Grünen); y
Tercera, que es la novedad más sobresaliente, la debacle del Partido Socialdemócrata (SPD) que dirige el burócrata Frank W. Steinmeier, que ha obtenido menos del 25 % de los votos.
¡También ha perdido respaldo la pareja CDU/CSU (cristianodemócratas y socialcristianos) que lidera Angela Merkel!, subrayan los perdedores en busca de consuelo. Pero lo cierto es que la correlación de fuerzas entre el centro-derecha y el centro-izquierda ha pasado del empate de 2005 a los ¡once puntos! de diferencia del pasado domingo a favor de los conservadores.
Redondeando cifras: el 34 % de votos han sido para los conservadores y el 23 %, para los socialdemócratas. Derrota inapelable del SPD por mucho que los de Merkel hayan retrocedido 2 puntos. 

Una debacle larvada durante años

La canciller

El SPD ya estaba tocado socialmente y se deslizaba tobogán electoral abajo desde los primeros años de esta década, cuando durante la legislatura 2001-2005 el hasta ahora último canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder, puso en marcha la llamada Agenda 2010 (paquete de reformas fiscales, laborales, sanitarias y de pensiones que reducían notablemente el por todos aplaudido estado del bienestar alemán).

En los comicios de 2005 la CDU/CSU, ya liderada por Merkel, logró dos escaños más que el SPD porque los electores partidarios de recortar el gasto y las prestaciones sociales siguieron votando a quienes tienen más experiencia y mejor saben hacerlo, los conservadores; en tanto que uno de cada ocho votantes del SPD, aproximadamente, dio la espalda a la sorprendente agenda conservadora de Schröder.

De hecho, Schröder ya pudo haber perdido los comicios de 2001, pero el rancio conservadurismo del entonces candidato a primer ministro de la CDU/CSU, el bávaro Edmund Stoiber, le permitió resistir y mantener la mayoría gubernamental con Los Verdes, entonces liderados por el carismático Joschka Fischer.

La teoría del Nuevo Centro (Neue Mitte), acuñada y puesta en práctica por Schröder y agravada con la Agenda 2010, tuvo y tiene un coste electoral elevado. La sangría de votos ha sido lenta y se ha prolongado en el tiempo --casi siete años-- porque la alemana es una sociedad muy estructurada y de hábitos aposentados, también en materia electoral. La inmensa mayoría de los ciudadanos germanos evitan dejarse llevar por la pasión en asuntos políticos y son más reacios a cambiar de voto que de coche.

Un revés con historia que hace historia

Sin embargo, el rosario de renuncias políticas del SPD (Nuevo Centro, Agenda 2010, pacto con el centro-derecha en 2005, más una larga serie de meteduras de pata de calado menor) ha ido erosionando, erosionando… Y este domingo cientos de miles de votantes socialdemócratas han dicho basta, se han quedado en casa, han votado a La Izquierda o, en mucha menor medida, a Los Verdes e incluso a los liberales. Resultado: el SPD ha sufrido la caída electoral más grave desde la segunda guerra mundial.

Por razones de espacio, una bitácora no es el medio adecuado para extenderse en análisis con referencias temporales y geográficas. De modo que para cerrar este texto y abrir la reflexión sólo resta apuntar que la debacle electoral protagonizada por el SPD este domingo forma parte de un fenómeno de ámbito europeo: Desde hace un par de decenios los socialdemócratas del Viejo Contienente sufren cada vez más frecuentes ataques de centrismo cuyo resultado final, más pronto o más tarde, siempre consiste en sangrar votos por la derecha y por la izquierda, o hacia arriba y hacia abajo… Que cada cual utilice la imagen espacial que prefiera, la ideológica o la de clase.