A pesar de los guerracivilistas, normalidad electoral en el Estado democrático de Venezuela

Según datos provisionales, aunque ya con más del 99% de papeletas escrutadas, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha sido la opción más votada (algo más de 100.00 votos por delante de la MUD) y la ganadora en 18 de los 24 estados del país; habiendo obtenido 98 diputados en la Asamblea Nacional, mientras que la oposición de derechas Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha obtenido 65 y el izquierdista Patria para Todos, dos. [ver nota]

La abstención superó ligeramente el 32,5 por ciento.

El objetivo del PSUV, tal como insistió durante la campaña su líder, Hugo Chávez, era obtener mayoría cualificada, que en Venezuela está cifrada en tres quintos de los escaños; lo que hubiera permitido a los bolivarianos seguir aprobando reformas constitucionales y leyes especiales (por cierto, las mayorías cualificadas es un sistema de protección contra derivas autoritarias, entre otros males, que está contemplado en la mayoría de las constituciones democráticas).

Así las cosas, el PSUV ha ganado los comicios y tiene mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, pero ha fracasado en su intento de disponer de escaños suficientes para aprobar reformas de calado que le permitieran profundizar en la llamada revolución bolivariana.

Sin embargo, las informaciones difundidas por decenas de medios serios merecerían una sonrisa sino fuera porque siguen confundiendo la realidad con el deseo, y los hay que incluso incurren en la descarada defensa de intereses partidarios e incluso económicos.
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5 de julio de 1975, Hugo Chávez es ascendido a
teniente del Ejército en la academia militar de Caracas

Mensajes desinformativos  

He aquí algunos titulares que reflejan el absurdo al que han llegado demasiados medios serios:   

“La oposición sacó más votos y Chávez perdió la mayoría absoluta”, “La oposición le arrebató a Chávez la mayoría parlamentaria”, “La oposición regresa y Chávez pierde mayoría absoluta”, “Oposición controlará a Chávez”, “Chávez derrotado”, “La oposición decidirá el futuro de Venezuela” o, en el colmo del despropósito, "Venezuela recupera la democracia"…

Los errores informativos más comunes, no los únicos, son dos: 

1) Dar cifras y porcentajes de votos al gusto, distintos a los difundidos por la institución oficial responsable del recuento, y hacerlo con la evidente intención de poner en duda la legitimidad de las elecciones; y

2) Confundir mayoría absoluta con mayoría cualificada, bien por ignorancia o acaso para confundir y/o tergiversar.
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Mensajes ajustados a los hechos

Informaciones más próximas a la realidad y sensatas reflejan titulares como “La oposición venezolana logró frenar a Chávez”, “Chávez ahora tendrá que concertar leyes”, “Los resultados opacaron el festejo que tenía previsto Chávez”, “Victoria pírrica de Chávez” o “La oposición resta poder al chavismo”…

¿Qué es lo más reseñable de los comicios desde un punto de vista informativo?

Hay varios aspectos pero, personalmente, por encima de todo subrayaría que las elecciones se han celebrado sin incidentes notables pese al empeño de algunos --de uno u otro bando-- por convertir los comicios en un enfrentamiento civil, y en segundo lugar destacaría --digan lo que digan los partidarios del gueracivilismo-- que los venezolanos viven en un Estado democrático... ¡con defectos!, sin duda; al igual que en todos los países democráticos --incluida España--, pero democráticos al cabo.

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NOTA:    

Uno de los aspectos en los que más insisten ciertos medios y analistas es en la desproporción existente entre el número de electores censados y los escaños a elegir entre unas y otras circunscripciones. Por ende, esas críticas se achacan a la intención de otorgar mayor representatividad en la Asmablea Nacional a las demarcaciones donde el chavismo tiene más apoyo electoral.

Es posible que los diputados chavistas hayan recurrido al ardid de favorecer a ciertas circunscripciones, pero también es posible que la desproporción entre número de electores y diputados elegidos persiga beneficiar a los territorios menos poblados... ¡tal como ocurre en España!

Sin embargo, mientras que en el caso español se da por buena la segunda explicación para justificar las desproporciones existentes en las Cortes, en Venezuela... 

Buscar los cinco pies del gato es uno de los deportes políticos que mejor practican quines quieren deslegitimar todo, incluidas las tornas que exige la convivencia.

Dicho esto, no cabe descartar que los bolivarianos --¿cómo los españolistas durante la transición de la dictadura a la democracia?-- hayan favorecido a unas circunscripciones por motivos puramente electorales.

Una vez más, para algunos todo vale --también la insidia-- con tal de romper la baraja de la convivencia si con ello consiguen sus objetivos y su beneficio.   
A medio o a largo plazo esa actitud destructiva, premeditada y constante acaba haciendo más daño que la violencia y en no pocas ocasiones, la genera.  
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CON ANTERIORIDAD, a propósito de las informaciones que se difiunden sobre Venezuela:   
"Insultado por no criticar a Chávez";  
"Los obedientes periodistas del frente antichavista";  
"Venezuela: Otra falsedad informativa que molesta desmentir";  
"Referéndum en Venezuela: El antichavismo obsesivo del ¿periodista? Luis Herrero";   
"Chávez consolida su proyecto y arrecian los palos de los medios convencionales";  
"Vargas Llosa protagoniza una película de Globovisión en Caracas", y   
"Chávez y RCTV, medias verdades por doquier".  
DE POSTRE, ¿recuerda usted el incidente coprotagonizado por Rodríguez Zapatero, Hugo Chávez y Juan Carlos I en una reunión internacional?: Reviva el simpático episodio, lea "Cumbre Ibearoamericana: Deslices por doquier".