La democracia parlamentaria es imperfecta, cierto, pero las elecciones ofrecen la oportunidad de cambiar cosas. Pocas y lentamente, es verdad; pero es posible cambiar cosas. Por ejemplo, negando el voto a quienes afirman que la única forma de superar la crisis, ¡que es de origen financiero!, es pagando los platos rotos entre todos e inyectando dinero a quienes la provocaron.
En el ámbito personal, los cambios de 180 grados --pasar de la angustia económica más o menos intensa a la tranquilidad absoluta-- sólo es posible jugando a la lotería... Pero las loterías, el éxito deportivo que deseas para tu hijo, el golpe de fortuna que se deriva de un descubrimiento o de un diseño exitoso, el acierto de ofrecer un producto o un servicio que triunfe comercialmente… Todas las loterías encierran una trampa.
Las loterías sólo rentan un puñado de premios mayores y, sin embargo, hay quienes sin jugar siempre tienen premio.
Un pueblo que confía en las loterías, que se alimenta con la esperanza del bombo es un pueblo dócil y acaba siendo manejable, conformista, pasota, soñador…
Las loterías sólo rentan un puñado de premios mayores y, sin embargo, hay quienes sin jugar siempre tienen premio.
Un pueblo que confía en las loterías, que se alimenta con la esperanza del bombo es un pueblo dócil y acaba siendo manejable, conformista, pasota, soñador…
Los gordos de las loterías, los empleos con salarios espectaculares y los golpes de suerte sólo permiten satisfacer a una exigua minoría. No te engañes.
¿Por qué confías en que tu serás uno de los premiados por alguna de las loterías con las que el sistema alimenta el individualismo, la desconfianza social, la molicie, el apoliticismo?...
¿No sería más realista mover el culo, comprobar que no vivimos solos y actuar?: ¡votar!, pero votar a favor de que la enorme capacidad de generar capital que tiene el sistema sirva para, como mínimo, acabar con las angustias de la inmensa mayoría
En democracia, aunque algunos se empeñen en negarlo, es posible cambiar cosas con el voto. Y hoy, con más motivos que otras veces, los votos son valiosos, muy valiosos; no tire el suyo, por favor.
Si la Administración pública, el sistema financiero y demasiados empresarios y entidades se han corrompido hasta extremos tan elevados es en gran medida porque hemos utilizado nuestros votos con escasa pericia.
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Casi todas las iniquidades y abusos se deben, entre otros factores, a que hemos confiado en exceso en las loterías y a que hemos creído las promesas de quienes han convertido la política en el arte de intermediar con las voluntades, las concesiones, las contratas, las conveniencias…
No sólo hay corrupción, también hay ineficacia, descaro, enriquecimiento, ceguera, cobardía, banalidad, incluso hay quienes se arrogan la condición de salvadores de la patria… ¡Y mucho apoliticismo!
Por esas y por otras razones imposibles de resumir en un post, cada vez somos más los jóvenes y los menos jóvenes que apostamos por el NO LES VOTES.
Pero, ¡ojo!: NO LES VOTES es radicalmente distinto a no votes.
Pero, ¡ojo!: NO LES VOTES es radicalmente distinto a no votes.
No votar es dar ventaja a los que precisamente no deberíamos apoyar.
La iniciativa NO LES VOTES carece de líderes y de jerarquías, ni siquiera necesita pergeñar una organización ni pedir créditos a los bancos que luego condicionarían las decisiones.
La iniciativa NO LES VOTES carece de líderes y de jerarquías, ni siquiera necesita pergeñar una organización ni pedir créditos a los bancos que luego condicionarían las decisiones.
NO LES VOTES consiste sólo y exclusivamente en eso, en no darles el voto. Pero, ¿a quién no deberíamos votar?
De entrada, no vote a PP ni a PSOE; a los primeros porque representan fielmente a los inventores históricos de las loterías y a los segundos, porque se han olvidado de lo que son.
Hay partidarios de NO LES VOTES que con buen criterio --atendiendo a lo que la historia reciente nos ha enseñado-- también niegan el voto a los centro-derecha catalanista y vasquista, CiU y PNV; y si de ser eficaces se trata, tampoco deberíamos votar a quienes explícita o implícitamente añoran la dictadura y propugnan soluciones autoritarias, ni a los xenófobos, ni a los hipócritas que añoran la moral del medievo y la inquisición…
Hay partidarios de NO LES VOTES que con buen criterio --atendiendo a lo que la historia reciente nos ha enseñado-- también niegan el voto a los centro-derecha catalanista y vasquista, CiU y PNV; y si de ser eficaces se trata, tampoco deberíamos votar a quienes explícita o implícitamente añoran la dictadura y propugnan soluciones autoritarias, ni a los xenófobos, ni a los hipócritas que añoran la moral del medievo y la inquisición…
Y sobre todo, jamás deberíamos votar a quienes favorecen las plusvalías financieras en detrimento del valor del trabajo.
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CON ANTERIORIDAD:
Admirable y didáctico llamamiento a una ciudadanía que, de hacer caso a las encuestas, estaría a punto de premiar con su voto a los más corruptos y a los más cercanos a aquellos que han ocasionado la catástrofe económica... de los desfavorecidos.
ResponderEliminarLlamamiento que también trasluce un cierto patetismo y dramatismo, como no podía ser menos ante la Anomalía Española, esa que conduce a las masas al fútbol en vez de a la defensa de sus intereses y sus derechos.