Querido Presidente y amigo Mariano [Rajoy]:
Como recordarás, hace varios días te escribí para comunicarte mi decisión de dejar la dirección del Partido en Cataluña y, por añadidura, mi dedicación a la política. Creo que te daba razones más que suficientes para justificar mi actitud. Y, pienso, sinceramente, que todas siguen siendo válidas.
En otro momento, y en circunstancias distintas, ya te ofrecí mi puesto ante la clara desautorización a la que me había sometido la Dirección a través del Secretario General [Ángel Acebes]. Tu solicitud, argumentada sólidamente no sólo en términos políticos sino, sobre todo, humanos, y mi aprecio personal y político hacia tu persona, logró que, entonces, reconsiderara mi postura.
En otro momento, y en circunstancias distintas, ya te ofrecí mi puesto ante la clara desautorización a la que me había sometido la Dirección a través del Secretario General [Ángel Acebes]. Tu solicitud, argumentada sólidamente no sólo en términos políticos sino, sobre todo, humanos, y mi aprecio personal y político hacia tu persona, logró que, entonces, reconsiderara mi postura.
Como sabes, he seguido trabajando, en circunstancias nada fáciles y en el seno de un Partido en el que no faltan mezquindades y miserias (que debo decir que se compensan, más que de sobra, con gente admirable por la que siento un enorme respeto y reconocimiento y que me han ayudado a mantener las ganas y la ilusión).
Recientemente, en virtud de lo que te expuse en mi carta, llegué a la conclusión de que mi permanencia no era sostenible y así te lo trasladé, con toda sinceridad y honestidad, y convencido de la irreversibilidad e inevitabilidad de mi salida, y desde la convicción de que era lo mejor, para ti y para el Partido, que fuera cuanto antes.
Tu petición de que abriera unos días de reflexión y, sobre todo, mi profunda voluntad de no perjudicarte, a la vista de los argumentos personales que me utilizaste, logró, de nuevo, que lo haya intentado otra vez, sabiendo, como tu sabes, que mi compromiso no iba a ir, en ningún caso, más allá de las generales y con el único objetivo, en lo personal, de contribuir a tu victoria que deseo fervientemente por el bien de España y de todos.
Creí que eso pasaba por reforzar mi autoridad y, haciendo los cambios y los ajustes necesarios que yo comparto, no aprovechar la circunstancia para demoler mi imagen propia frente a la sociedad catalana, e intentar dañar a personas que, con errores, sin duda, pero también aciertos, se han dejado la piel por nuestro proyecto. Y como es evidente que se ha querido hacer así desde la Dirección del Partido, y aún constándome que no por ti, el daño ya es irreversible. Lo malo es que creo que, consciente o inconscientemente, el daño se ha hecho, sobre todo, a ti y al Partido.
Pero, queda aún tiempo para las generales y para que otras personas se pongan al frente del Partido en Cataluña y te hagan la mejor campaña electoral.
Pero, queda aún tiempo para las generales y para que otras personas se pongan al frente del Partido en Cataluña y te hagan la mejor campaña electoral.
Siempre mantendré mi afecto y aprecio hacia tu persona y hacia nuestro Partido que me ha dado la oportunidad de conocer a magníficas personas, de descubrir nuevos amigos, y de poder prestar, modestamente, un servicio a los intereses generales, tanto en labores de gobierno, como desde hace ya cuatro años, desde la oposición.
Con toda mi estima.
Josep Piqué.
[NOTA: Los párrafos resaltados en negrita lo han sido por el administrador de ImP]
[NOTA: Los párrafos resaltados en negrita lo han sido por el administrador de ImP]
¿Qué ha ocurrido? Nada nuevo: el españolismo excluyente y neoconservador mantiene firmes sus posiciones, por lo que el centro-derecha no tiene cabida en el PP aznarista. En cierto modo, Rajoy sólo pone la cara, tanto dentro como fuera del PP. Por cierto, si Alberto Ruiz-Gallardón sigue a bordo es porque está a gusto...
ANÁLISIS DE INTERÉS:
Si Piqué hubiese abandonado el PP hace años y hubiese creado él mismo un partido independiente (que no independentista, claro), estoy convencida de que habría tenido mucho más éxito. Es un buen político. Los del PP se lo pierden. Por cortos de miras y prepotentes.
ResponderEliminarAbsolutamente de acuerdo con lo dicho hasta ahora, que no ha sido poco. El PP se encierra cada vez más en sus cavernas ultraconservadoras y expulsa por la vía de la "desautorización" (la ley del silencio) a todos aquellos que osan disentir de la "linea oficial"... eso sí, a los acusados de prevaricación, tráfico de influencias... incluso a algún alcalde acusado de abusos deshonestos y demás delitos no les hacen dimitir... les apoyan desde la "cúpula de los dioses".
ResponderEliminarCada día me recuerdan más a los fascistas y a los nazis... que es lo que en el fondo (o no tan en el fondo) son.
¡¡Sigue así, Felix!!. Ni un paso atrás.