El pleno del Tribunal Constitucional ha rechazado por unanimidad la recusación de uno de sus miembros, Rodríguez Zapata (del sector conservador). La recusación había sido presentada por la Generalitat de Catalunya, que con esta iniciativa aspiraba a contrarrestar la aplicada al magistrado Pérez Tremps (del sector progresista), que al ser apartado no podrá participar en las deliberaciones para validar o no el Estatut de Catalunya.
El Estado de Derecho español es tan singular que no es suficiente que el texto haya sido aprobado por el Parlament de Catalunya y refrendado por el Congreso de los Diputados, en ¡Vivapaña! no legislan los representantes elegidos mediante votación, la última palabra la tienen los magistrados del alto tribunal... ¿? No es un chiste, es así.
El Estado de Derecho español es tan singular que no es suficiente que el texto haya sido aprobado por el Parlament de Catalunya y refrendado por el Congreso de los Diputados, en ¡Vivapaña! no legislan los representantes elegidos mediante votación, la última palabra la tienen los magistrados del alto tribunal... ¿? No es un chiste, es así.
La recusación de Pérez Tremps aprobada por el Constitucional ha desequilibrado el tribunal, en el ahora hay seis magistrados conservadores y cinco progresistas.
El no a la recusación de Rodríguez Zapata ha sido decidido por unanimidad, pues todos los magistrados --al margen de legítimas inclinaciones ideológicas-- consideran que el hecho de que Rodríguez Zapata haya participado en la elaboración de dictámenes que están jurídicamente relacionados con el estatuto de autonomía catalán no es motivo para prescindir de su criterio a la hora de decidir si ese texto respeta o no la Constitución.
Curiosamente, los magistrados conservadores (los elegidos gracias al apoyo del PP) han votado a favor de la recusación de Pérez Tremps y en contra de la de Rodríguez Zapata pese a que los motivos alegados en ambos casos eran exactamente los mismos, pero en un caso han servido para decir A y en el otro, B.
Al margen de consideraciones extrajurídicas, cabe concluir que los magistrados del Constitucional elegidos con el apoyo del PP (sector conservador) han votado en ambos casos en función de intereses ideológicos o, peor aún, partidarios.
Al margen de consideraciones extrajurídicas, cabe concluir que los magistrados del Constitucional elegidos con el apoyo del PP (sector conservador) han votado en ambos casos en función de intereses ideológicos o, peor aún, partidarios.
La vergüenza --en su sentido más sano-- se cotiza a la baja y la credibilidad, también.
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