Me niego a comentar la multi-entrevista a que se ha sometido el presidente de Gobierno, Rodríguez Zapatero, en TVE. Como ciudadano y como periodista, siento vergüenza (ajena) al comprobar que la mayoría de las crónicas y de los comentarios (impresos, radiofónicos y televisivos) hayan convertido lo de los 80 céntimos en la esencia de cuanto dijo el presidente. No es (o no debería ser) sano que las nimiedades merezcan tamaña catarata de palabras y palabros.
Que una actriz hermosa, una cantante que no sabe solfeo y va de hembra, un futbolista simple pero multimillonario o un piloto que llega el primero a ninguna parte copen primeras planas es soportable... Una sonrisa zanja semejantes exageraciones. Pero que casi todos los sesudos creadores de opinión centren sus comentarios en los 80 centimos causa desazón... e inquietud.
Que una actriz hermosa, una cantante que no sabe solfeo y va de hembra, un futbolista simple pero multimillonario o un piloto que llega el primero a ninguna parte copen primeras planas es soportable... Una sonrisa zanja semejantes exageraciones. Pero que casi todos los sesudos creadores de opinión centren sus comentarios en los 80 centimos causa desazón... e inquietud.
Para colmo, sí hay cientos de bares y cafeterías donde se pagan 80 céntimos, ¡y menos!, por tomar un café.
Cada vez más, España es Madrispaña
Cada vez más, España es Madrispaña
Pero hombre, esto no debería sorprender. Es la "tomatización" del periodismo.
ResponderEliminarDe todas formas si esto es todo a lo que tienen que agarrarse algunos es que el presidente no estuvo mal del todo.
Después de ver que los informativos de T5 eliminaron la información económica porque "es muy aburrida" no me sorprende nada.
Coincido contigo, Félix, en que el rasero con que se mide la actualidad se llama Madrid. Será por eso que en Galicia o en Asturias, en Granada o en Pamplona los pisos cuestan lo mismo o casi que en la capital del periodismo mundial. Saludos.
ResponderEliminarCorto y pego de un comentario en La Huella:
ResponderEliminarLa pregunta / respuesta del cafetito responde a la inquietante obsesión del periodismo por bañar de realidad al poder. Es una refinada forma de sensacionalismo. Ahogados por asuntos tan alegres como De Juana e Inmaculada Echevarría, hasta casi vienen bien este tipo de frivolidades. El problema será cuando vaya Rajoy y su café de dos euros: su café Club de Campo. Entonces veremos.
Saludos.