Hoy, minutos después de la una del mediodía, ha explosionado la bomba lapa que activistas de ETA han colocado en los bajos del automóvil del guardaespaldas de un concejal socialista de Galdakao (Euskadi). La mayoría de los medios audiovisulaes --presumiblemente, la mayoría de los escritos lo harán mañana-- ya dan por hecho que la acción es la respuesta de ETA a la decisión judicial de procesar al grupo de dirigentes de la ilegalizada Batasuna que fueron detenidos la pasada semana.
Portada de Polvo de ETA, libro de Joseba Zulaika, que arroja luz en aspectos poco conocidos (imagen capturada en la bitácora cultural Con Valor, que ofrece una síntesis del texto) |
Es decir, la mayoría de los medios siguen, erre que erre, legitimando que en un Estado democrático de Derecho las bombas son una herramienta política --lógicamente, no es esa la intención, doy por supuesto, pero lo hacen.
Error en el que también caen --involuntaria o premeditadamente-- numerosos dirigentes políticos. Y luego se extrañan de que haya quienes se refieren a ETA como "organización separatista", o con adjetivos similares.
Al margen ya de consideraciones referidas al lenguaje (la semántica), a los medios y a sus contradicciones, hay aspectos mucho más evidentes. De entrada:
a) La dirección de ETA sigue adoleciendo de una ceguera proverbial, con elevadas dosis de enajenación y confusión;
b) La dirección de ETA sigue recurriendo al delito para defender o promover objetivos políticos; de modo que, teniendo en cuenta que a fecha de hoy opinar en voz alta y defender principios ideológicos es legal, los criterios fundacionales de ETA son papel mojado y la violencia carece de justificación y, por ende, de utilidad;
c) La dirección de ETA se ha convertido en el principal enemigo del nacionalismo político. ETA desprestigia el nacionalismo vasco y da carnaza a los intolerantes;
d) Numerosos dirigentes políticos y demasiados medios siguen informando y valorando las acciones de ETA en clave exclusivamente política, que la tiene, pero no sólo esa.
Esto último merece reflexión y, de paso, sirve para subrayar la perversión en la que incurren quienes van más allá otorgando a ETA y a la violencia un interesado protagonismo en la vida política del país.
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DE INTERÉS: Cinco días antes del atentado de hoy, el primer jefe militar de ETA, Xavier Zumalde, declaró en entrevista a 20minutos que "ETA no tiene doctrina, solo odio".
MÁS OPINIONES en otras bitácoras:
Arabatik, A sueldo de Moscú, Blog de Imanol Landa, Blog lunaro, El mentidero, In ictu oculi, Iñaki Anasagasti, Jon Kepa, La huella digital, La manzana mecánica, Materias grises.
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Entre otros oportunismos repugnantes, Mariano Rajoy se ha apresurado a aclarar que aunque sea escolta de un concejal del PSE, el guardaespaldas es un militante del PP. No sea cosa que le quiten una víctima.
ResponderEliminarRecordáis cuando las víctimas eran de todos. Yo no se porque se empeñan en adueñarse de ellos
ResponderEliminarHay alternativas políticas tan inanes y falsas que necesitan sangre...
ResponderEliminarTu reflexión es impresionantemente exacta. El terrorismo no es una respuesta política, jamás lo fue, podría ser considerado como una forma de llamar la atención hacia un hecho político, pero no una respuesta en sí.
ResponderEliminarLa ETA tendría que aprender de Chavez, que siendo un general golpista (esto es, violento y apolítico) no consiguió nada y metiendose en el juego democrático llegó a presidente y ahora a ver quien lo saca.
Un abrazo y sigue así