En ocasiones, para analizar las decisiones de un dirigente económico, empresarial, sindical, político, gubernamental o religioso lo más operativo es atenerse a los principios, razonamientos o creencias de quien toma la decisión. Sólo así es posible entender --o al menos intentarlo-- los motivos por los que el jefe de Estado del Vaticano ha decidido beatificar a 498 víctimas de la guerra incivil española de 1936-39.
El Papa es el representante de dios en la Tierra y, según subraya la doctrina de la Iglesia, Católica, Apostólica y Romana, sus decisiones siempre están inspiradas por Dios.
El Papa es el representante de dios en la Tierra y, según subraya la doctrina de la Iglesia, Católica, Apostólica y Romana, sus decisiones siempre están inspiradas por Dios.
Demos por cierto ese dogma [constitución] católica:
A tenor de ese principio, es inútil entrar en debate con los dirigentes de la Iglesia, pues su máximo dignatario sólo es el representante de quien en última instancia toma las decisiones. Luego lo más lógico sería emplazar a Dios a que explique las razones por las que esos 498 muertos deben ser beatificados y, en cambio, se niega igual trato a otras víctimas de aquel ignominioso episodio, en el que en uno y en otro bando hubo asesinos.
Así las cosas, el responsable último de la decisión es Dios. Él y sólo él puede explicar esas y otras beatificaciones, pues el jefe de Estado del Vaticano se limita a hacer y decir lo que Dios le ha ordenado.
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Empeños incomprensibles
Uno de los aspectos más incomprensibles de este asunto es que entre los católicos --ser cristiano es otra cosa-- haya tanto empeño en justificar las decisiones de Dios.
Ni tampoco es comprensible responsabilizar de las beatificaciones al Papa o a los cardenales Rouco Varela y Cañizares.
Sólo queda confiar en que todos los humanos puedan hacer uso de la facultad de hablar con Dios --tal como también informa la doctrina católica-- y que cada individuo ejerza la virtud del libre albedrio para extraer sus propias conclusiones.
NOTA:
Ruego a quien logre confirmar que realmente ha sido Dios quien ha instado tan selectivas beatificaciones, comparta la información con el resto de la humanidad...
Ruego a quien logre confirmar que realmente ha sido Dios quien ha instado tan selectivas beatificaciones, comparta la información con el resto de la humanidad...
ENLACES de interés:
* 1. ¿Acertará el abad del Valle de los Caídos, de manera que sus recientes manifestaciones explicarían las selectivas beatificaciones que tienen lugar hoy en Roma?: Pulse aquí y lea.
* 2. También merece la pena conocer la web de Redes Cristianas de Base, que entre otros textos referidos a las beatificaciones inserta este: "Un mártir que no será beatificado".
dudo que si Jesús de Nazareth estuviese por el mundo viese bien la mayor parte de las cosas de la que dice ser su iglesia...
ResponderEliminarBueno la iglesia que haga lo que quiera es una institución privada.
ResponderEliminarPd., yo siempre me he rayado mucho con la infabilidad del papa (si es que soy muy raro)
Comentario irónico:
ResponderEliminarLa iglesia no es una institución democrática, así que jamás podría beatificar a un republicano...
Un abrazo.
Ni Dios va a poder justificar la beatificación de esos "mártires"... ¡puaj!... ya sólo el palabro me hace pensar en 40 años de ese pasado siempre presente en nuestro inconsciente colectivo.
ResponderEliminarRespecto de la infalibilidad, que yo estudié cuatro años en un colegio de curas, me dijeron en su día (ignoro con qué base) que el "papa" (me niego a ponerle mayúsculas) sólo es infalible cuando habla "ex catedra" (algo así como "desde la silla" de Pedro, se supone)... y eso lo hace sólo y exclusivamente cuando escribe encíclicas a sus fieles (como esa dedicada a la castidad y la defensa de la vida humana... antes de nacer). El resto del día y del año es falible como cualquier otro señor... ¡¡no te jode!!... eso ya lo sabia yo.
Siento ser tan explícito, pero es que los tengo atragantaos. ¿Se nota mucho?