Más de dos tercios de los periodistas que integran la plantilla de profesionales del periódico El país han respaldado un pronunciamiento para desmarcarse del editorial titulado "Caudillo Guevara", cuyo contenido es extraordinariamente agresivo y del que ya se hizo eco ImP en el texto titulado: "El Che fue un asesino disfrado de martir..."
El texto íntegro de la protesta de los periodistas dice así:
La Redacción de EL PAÍS quiere mostrar su disconformidad con el editorial titulado Caudillo Guevara, publicado el pasado día 10 de octubre. Más de dos tercios de los redactores (250) consideran que el texto publicado no abordaba en su totalidad la figura de un personaje como el Che Guevara que, con sus luces y sus sombras, es lo suficientemente compleja para haberla tratado como si no hubiera una escala de grises.
La Redacción de EL PAÍS quiere mostrar su disconformidad con el editorial titulado Caudillo Guevara, publicado el pasado día 10 de octubre. Más de dos tercios de los redactores (250) consideran que el texto publicado no abordaba en su totalidad la figura de un personaje como el Che Guevara que, con sus luces y sus sombras, es lo suficientemente compleja para haberla tratado como si no hubiera una escala de grises.
El Estatuto de la Redacción contempla la posibilidad de discrepar de un editorial siempre que se logren reunir las firmas necesarias, que cifra en un mínimo de dos tercios de los redactores. En ejercicio de este mecanismo de transparencia y democracia interna, único en la prensa española, se ha habilitado este espacio para dejar testimonio de nuestra discrepancia.
ENLACES relacionados:
En REBELIÓN, "La rígida firmeza en el error"; y
en Clarín, "Duro debate en España por la figura del Che".
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En REBELIÓN, "La rígida firmeza en el error"; y
en Clarín, "Duro debate en España por la figura del Che".
Agradezco esta noticia y aún agradezco más leerte por la mañana. No siempre coincido con tus artículos, pero visitarte es una forma limpia y honesta de leer información variada que de otra forma no podría leer. Por tiempo, por dinero, por cansancio.
ResponderEliminarPues eso, gracias, Felix Impulso Soria.
A EntreNómadas: Acabaréis sonrojándome. ¡Gracias a vosotros/as por partida triple, por ser como sois, por vuestro afectuoso ademán, y por vuestra bitácora, en la que me encuentro tan a gusto como en casa, pues aprendo cosas y disfruto de congéneres a los que les gusta pensar sin mirarse el ombligo. Os deseo lo mejor, que según decía mi abuelo son estas tres cosas: salud, trabajo digno y libertad.
ResponderEliminarcoincido plenamente con entrenómadas. aunque no siempre comparta tu punto de vista, tu capacidad de análisis y de crítica objetiva es, al menos para mí, la mejor de la blogosfera que conozco. un bico.
ResponderEliminarSuele pasar que la línea editorial de un diario no siga el pensamiento de quienes trabajan en ese diario sino de sus directivos o de quien tenga a su cargo confeccionar el editorial. Es interesante ver que este diario tiene una forma estipulada para que sus empleados puedan manifestar su desacuerdo, en eso los felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
A Sergio: Tienes razón, hay que reconocer con justificada suficiencia el valor de que la empresa El País tenga ese resorte de réplica; en todo caso, en mi opinión sería más operativo a largo plazo --aunque menos evidente a corto y medio plazo-- que hubiera más relación e intercambio de opiniones entre los editores, los editorialistas, el gabinete de dirección y el conjunto de los periodistas. Pero esta segunda opción --que sí se practica en otros medios-- es menos visible, también de cara al exterior. Piensa,Sergio, que a la postre siempre, ¡siempre!, se publicará lo que determine el editor o el director, que es lo lógico. La mayoría de los análisis que se hacen al respecto parten del error de dar por buena la tesis de que en los medios privados se deben cumplir ideales que ¡sólo! pueden ser exigibles a los medios públicos. Si los medios públicos estuvieran menos instrumentalizados, los privados tampoco incurrirían en determinados tics. El País, inevitablemente, volverá a publicar editoriales que disgustarán en mayor o menor medida a sus propios periodistas.
ResponderEliminarY a Desesperada, ¿qué decirle?, pues, por ejemplo, que es una pena que hayas dejado la práctica del periodismo. Para ti quizá no sea una pena, pero para el colectivo de periodistas que trabajamos en Galicia --país singular y extrañamente "cruel" con sus profesionles, sean periodistas, físicos, delineantes o torneros-- sí es un pena.
Gracias a tu página, Félix, he conocido la página de Entrenómadas y de Desesperada (ambos blog's de Desesperada), si bien en Entrenómadas no he dejado aun comentario alguno, a Desesperada la ametrallé con comentarios que, vaya a saber porqué, no le han molestado.
ResponderEliminarAdhiero a Entrenómadas y Desesperada respecto al valor de tu sitio, es excelente, y verdaderamente me siento a gusto en él (espero no contrariarte).
Volviendo al hilo de este apartado, es cierto lo que dices. Recuerdo que Huber Bermont en su libro "Cómo ser un consultor de éxito" decía que todas las empresas tienen problemas de comunicación. Increíblemente, los medios de comunicación también lo tienen.
Respecto a tu respuesta a mi opinón, me trae a la memoria algo que Eduardo Aiberti, un periodista argentino, dijo en una conferencia que celebró en la facultad de periodismo de Buenos Aires allá por la década del ochenta, no recuerdo si en el 83 o el 84. El sostenía que lamentablemente un periodista debía aceptar ciertas líneas de trabajo aunque jamás debía aceptar que les indicasen una línea de pensamiento, ambos sabemos que existe una diferencia.
Aliberti, por ejemplo, había recibido la recomendación de no criticar un parque de diversiones construído por uno de los intendentes que había tenido la ciudad, si mal no recuerdo se apellidaba Cacciatore, en razón de que la antena de la radio en la cual trabajaba se elevaba en los predios de este parque, al mismo tiempo agregó que la cantidad de hechos criticables producidos por el proceso militar hacia que este parque no fuese imprescindible a la hora de dar opinión o formar conciencia o cmo desees llamarlo por lo que no le significó ningún problema dejarlo de lado.
No por esto dejó de demostrar su desacuerdo con la dictadura de aquellos tiempos lo que a la larga le significó pasar de radio en radio con su programa llamado "Sin anestesia".
Y es cierto que no podemos confundir medio privado con medio público, aunque la confusión se da en los dos sentidos.
Cada vez más somos testigo de una especie de manejo empresarial (llamado tecnocrático) en los distintos gobiernos, donde la figura del primer mandatario se confunde con la del primer mandante.
Si nmal no recuerdo, frase que uso con demasiada frecuencia, el presidente de un país democrático recibe un mandato de parte de sus votantes acerca de que ha de realizar durante su período, este mandato estaría compuesto por la suma de promesas que el candidato hace y que de ser aceptadas deberían esforzarse por cumplir.
El ejemplo de Menem en la Argentina demuestra que nada más lejano. Este político que sí se comportó de manera caudillista no vaciló en prometer aquello por lo que sabían lo iban a elegir, para hacer lo que siempre pensó hacer pero que no dijo porque de hacerlo sabía no lo elegirían. Esto es algo aceptado por él, ya que lo dijo muy suelto de cuerpo en una entrevista.
Y creo que eso es algo de lo que adolece la democracia actual, la democracia impone como único castigo a un mal gobernante su pérdida de prestigia, mientras que a cualquier otro estafador (que es la forma en la cual se acostumbra a llamar a quien promete algo que sabe no cumplirá solo para sacarte lo de valor que tengas) le corresponden hasta penas de cárcel.
Pero pretender que la misma clase política limite sus derechos sabemos que es más que un hecho improbable, un hecho imposible.
Un abrazo y suerte.
Me alegra enormemente que buena parte de los redactores de El País hayan coincidido en mostrar su disconformidad con ese editorial que tan poco me gustó, como ya pudiste apreciar en el comentario que dejé en tu post anterior referente a este mismo tema.
ResponderEliminarPor lo demás, coincidir en el comentario generalizado sobre que tu blog es de lo mejorcito (al menos de lo que conozco) para estar al día de muchas noticias que pueden pasar desapercibidas o sobre las que no tenemos criterios (y que muy amablemente nos ilustras)
Tienes un lector fiel para largo, y creo que lo sabes.
Con Banderas, cuando le conozca personalmente, me tengo que tomar unas cervezas... Y a Sergio, que el másnuevo en esto de la Blogosfera, sólo puedo decirle que todos somos un poco lo que los demás (empezando por la familia y los enseñantes) nos dan, nos prestan o les "robamos". Y cuando digo todos, digo todos, incluida la gente que nos disgusta, nos fastidia o nos agrede. Y la suerte en estos asuntos no existe... Desesperada, EntreNómadas, Pablo Saldaña, Guillermo Pardo, Nacho de la Fuente, el esforzado "amigo desconocido" que está montando Anillo Solidario, Dalmau, Rodrigo Fino, el que tuvo la ocurrencia de "bautizarse" Porsilasmoscas y antos otros nos demuestran todos los días que no es mentira, que sí, que en este escenario tan trufado de iniquidades hay personas "de puta madre" a las que se les puede "robar" dignidad. Incluso te dejan que lo hagas. Me alegro que hayas descubierto que en la Blogosfera hay gente "de puta madre" --aunque no toda, que a la postre esto es un reflejo del cada día, ¡pero un poco mejor, siquiera un poco!--. Un abrazo.
ResponderEliminargracias, félix, dejar el periodismo activo fue difícil, pero no me arrepiento de esta decisión. al hacer gabinete, al menos, no engaño a nadie: tengo que hablar bien de quien me paga. a veces lo echo de menos... pero no demasiado, y esto es lo más triste de todo. bicos.
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