La propuesta del presidente de Gobierno de introducir en la Constitución Española un techo de déficit público de inexcusable cumplimiento --ocurrencia que ha sido anunciada oficialmente y, por tanto, es obligado considerar que se trata de una decisión asumida por la dirección del PSOE-- está a punto de provocar un vuelco coperniquiano en el escenario político y social del Estado español.
De salir adelante, el Gobierno del PSOE --además de haber demostrado hasta la saciedad que ha dejado de ser un partido socialdemócrata y que sus economistas parecen hacer horas extras en una agencia de rating-- habrá propiciado que todas las decisiones políticas en materia económica (incluidos los presupuestos e indirectamente, la fiscalidad) estén al servicio del sistema financiero privado, no de los ciudadanos.
Más fácil:
Imponer un techo constitucional al déficit público o presupuestario equivale a imponer límites políticos, no sólo jurídicos ni mucho menos científicos, a la libertad de expresión o a los derechos humanos.
Además, y esto no es baladí, imponer en España un techo al déficit público permite ocultar y aplazar la cada vez más urgente necesidad de acometer una reforma fiscal acorde con los criterios de racionalidad sistémica propios de Europa occidental.
Si el PSOE sigue adelante con su propuesta, la candidatura de Pérez Rubalcaba será poco más que un absurdo, tanto como ser partidario de la redistribución de la riqueza pero votar a la derecha, en este caso disfrazada de caperucita roja...
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ENLACES a textos y opiniones de interés:
1. Información puntual de la propuesta gubernamental, en El correo, El mundo, El país, El periódico, La vanguardia, La voz de Galicia, Levante, NUEVA TRIBUNA, Público, TERC3RA INFORMACIÓN.
2. Descripción de déficit público, en la WIKIPEDIA;
2. Descripción de déficit público, en la WIKIPEDIA;
5. Listado de enlaces a bitácoras de economía;
6. INICIATIVA: Pide un referéndum para ratificar la reforma de la Constitución, en Actuable;
7. Joseph Stiglitz: "La fijación alemana por la austeridad es un error", en elEconomnista.es.
6. INICIATIVA: Pide un referéndum para ratificar la reforma de la Constitución, en Actuable;
7. Joseph Stiglitz: "La fijación alemana por la austeridad es un error", en elEconomnista.es.
En realidad lo que parece es que ya está gobernando la derecha pura y dura (la reconocible por sus siglas, quiero decir)
ResponderEliminarWalden
Me cuesta entender algunas cuestiones de economía, pero esta del "techo de gasto" es de las que menos entiendo. Veamos: ¿por qué un techo de gasto y no un superávit del x% del presupuesto? ¿Por qué limitar todavía más el gasto institucional precisamente cuando, debido a la crisis, más necesario es todavía para impulsar el crecimiento y cubrir necesidades sociales relacionadas con la sanidad y la educación? ¿Quién va a cubrirlas, el señor de Zara? Y tienes razón: que el PSOE se meta en esta trampa me parece demencial, y un argumento muy sólido para enviarle una peineta electoral a Rubalcaba. Unha aperta
ResponderEliminarA MIGRAMUNDO,
ResponderEliminarMás que a la capacidad de gasto, a lo que afecta limitar constitucionalmente (es decir, de forma dogmática) el déficit público es a la capacidad del Estado para endeudarse y acometer proyectos o afrontar situaciones de crisis que afecten a la población (gasto y deuda están relacionados, pero no son contablemente dependientes; veamos: un país puede restringir el gasto y esa medida no tiene porque obedecer a una falta de fondos, ni a una negativa a endeudarse, sino que puede obedecer a otras razones, incluso política o de orden exterior).
Limitar el déficit por ley, de forma rígida, es una barbaridad porque en numerosas ocasiones --no pocas-- el Estado debe estirar la manga, no sólo para aforntar servicios básicos, sino también para acometer proyectos --por ejemplo, el Estado español se endeudó muy por encima, teóricamente, de sus posibilidades para afrontar proyectos con perspectiva económica de fuituro, caso de las Olimipiadas, por ejemplo; pero el "retorno" --si está bien calculado-- justifica plenamente esos endeudamientos, esa superación del gasto y consiguiente aumento del déficit. Aquella operación supuso un notable déficit, parejo al actual.
Es más, en los noventa, por ese y por otros motivos, la tasa de riesgo (intereses) que debió comprometerse a abonar España por la deuda que emitía estaba más de 900 puntos básicos por encima de la referfencia alemana (hace apenas unos días superó momentaneamente los 400 puntos y la mayoría de los medios pintaron un panorama poco menos que apocalíptico...)
La dirección del PSOE está metiendo la pata hasta la cintura --casi hasta el cuello.
Hay aspectos en los que parece que la cúpula del PSOE está huérfana de economistas --o si los hay, parece que están "vendidos" a no se sabe qué o quién... O lo sé, pero prefiero soslayar calificativos.
Un Estado NO es una empresa.
Un abrazo.
Pues sí, parece que aquel sujeto supuestamente blando e inofensivo que se caracterizó como "Bambi" ha resultado ser una auténtica pesadilla, una plaga bíblica para sus conciudadanos y para su partido.
ResponderEliminarY no es que quiera salvarnos de la ferocidad de los mercados. Eso son pamplinas. Es más bien que aprueba y apoya al capitalismo en su versión más cruda. No podía esperarse mucho más de un socialdemócrata, estaba claro.
Ahora la cuestión es estudiar si se le pueden parar los pies a este insensato y a sus secuaces. Incluso dentro de su partido ya denuncian el disparate económico.
Dónde iremos a parar...
ResponderEliminarBlair=ZP ( Se me ocurren muchas más cosas y mucho peores, pero no quiero acabar en la cárcel)
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