El entrecomillado que sigue es la transcripción textual de una frase pronunciada por el presidente del Gobierno autonómico de Galicia, Núñez Feijóo (PP), durante el último debate habido en el Parlamento Galego: «España es el país de la Unión Europea con más paro; por tanto, si no estuviéramos en España, probablemente tendríamos menos paro».
Increíble, pero cierto.
Si el nacionalismo español del PP fuera consecuente, Núñez Feijóo sería expulsado ipso facto de ese partido; pero no sólo porque sus palabras avalen la tesis de los satanizados partidarios de que la nación gallega sea soberana y tenga Estado propio, sino porque es inconcebible que un profesional de la política diga tamaña simpleza.
¿Qué narices ocurre para que quienes se dedican profesionalmente a la gestión de lo público digan tantas tonterías?
Si el nacionalismo español del PP fuera consecuente, Núñez Feijóo sería expulsado ipso facto de ese partido; pero no sólo porque sus palabras avalen la tesis de los satanizados partidarios de que la nación gallega sea soberana y tenga Estado propio, sino porque es inconcebible que un profesional de la política diga tamaña simpleza.
¿Qué narices ocurre para que quienes se dedican profesionalmente a la gestión de lo público digan tantas tonterías?
Analizando con rigor la frase y teniendo en cuenta la personalidad ideológica de quien la pronunció, cabe deducir que Núñez Feijóo no quería decir lo que dijo --¡pero lo dijo!--, sino que intentaba hacer suyo «el orgullo de ser gallego» que con tanto acierto y con tan buenos resultados electorales cultivaba Fraga Iribarne.
Pero Núñez Feijóo no es el león de Vilalba, evidentemente...
Por otro lado, un porcentaje --probablemente alto-- de los miles de gallegos que han escuchado o leído las palabras de Núñez Feijoo han llegado a la conclusión de que ese señor sí que sabe cómo defender a Galicia...
A veces, uno acaba sintiendo una cierta ternura por estos personajes peculiares de la política profesional...pero es un sentimiento efímero, claro.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Coincido contigo, ¡ay, la ternura!...
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