Han transcurrido cinco años y es prácticamente imposible describir con palabras lo que han padecido los familiares y amigos de quienes perdieron la vida o resultaron heridos en el atentado del 11-M por un grupo de fanáticos religiosos.
Lamentablemente, la falta de respeto y las instrumentalizaciones han sido bochornosas y cinco años después es aún más difícil de entender que no se llegue a un acuerdo para conmemorar a las víctimas en un acto unitario.
Lamentablemente, la falta de respeto y las instrumentalizaciones han sido bochornosas y cinco años después es aún más difícil de entender que no se llegue a un acuerdo para conmemorar a las víctimas en un acto unitario.
Por razones similares y a fin de que la impunidad y la manipulación dejen de ser habituales en el oficio de informar, como periodista me sumo a quienes demandan que se sepa cuánto dinero han ganado algunos medios con la teoría de la conspiración.
Amigo Félix, suscribo unha por unha tódalas palabras do teu artigo. Exactamente é o que penso.
ResponderEliminartotalmente de acuerdo... lo de ayer fue una vergüenza... la indiganación de los afectados tuvo que ser mayúscula, si yo ayer en mi casa me eché a llorar...
ResponderEliminarbicos,