Los votos de los residentes ausentes (tiene gracia la denominación) han confirmado lo que casi todos los observadores preveían: el PSdeG-PSOE gana un escaño en Ourense, que pierde el PP, y el PSE-EE ha ganado su 25º diputado autonómico en Álava, en este caso a cuenta de Eusko Alkartasuna. El escenario apenas varía.
El caso gallego
Lo más destacable de los comicios sigue siendo el hecho de que la mayoría que hizo posible el gobierno saliente, formada por PSdeG y Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha perdido más de 100.000 votos.
En paralelo, una vez computadas todas las papeletas y tal como ya precisé el pasado día 3, se desmorona el mito que al día siguiente de la votación alimentaron la inmensa mayoría de analistas y de medios al afirmar que en estos comicios se había registrado una excepcional participación.
La cámara queda así: PP, 38 escaños (antes 37); PSdeG, 25 (igual que en 2005) y BNG, 12 (antes 13).
..
..
El caso vasco
Los residentes ausentes han reducido la representación parlamentaria de Eusko Alkartasuna a un solo diputado, en tanto que el grupo parlamentario del PSE gana uno (de 24 a 25), lo que ratifica el éxito ¡relativo! de Patxi López, que no obstante está muy lejos de ser el grupo más votado, condición esta que sigue ostentando el PNV con 30 escaños.
Los residentes ausentes han reducido la representación parlamentaria de Eusko Alkartasuna a un solo diputado, en tanto que el grupo parlamentario del PSE gana uno (de 24 a 25), lo que ratifica el éxito ¡relativo! de Patxi López, que no obstante está muy lejos de ser el grupo más votado, condición esta que sigue ostentando el PNV con 30 escaños.
Los analistas políticamente correctos insisten dale que te pego en que en el parlamento vasco no hay una mayoría de gobierno clara. Pero desde un punto de vista ideológico, ¡sí hay una, la conservadora o de derechas!: PNV + PP + UPyD = 44 diputados, que conformarían una gran coalición de derecha y centro derecha. El problema es que son tres formaciones nacionalistas, una vasquista y las otras dos españolistas.
..
..
La hora H de Patxi López
En el PSE los partidarios de pactar la investidura de Patxi López con los votos del PP subrayan que los socialdemócratas han aumentado notablemente su respaldo en estas elecciones autonómicas. Y es verdad. Pero también es verdad que en las últimas elecciones generales el PSE-EE fue el partido más votado en las tres circunscripciones vascas, en tanto que ahora ha perdido votos respecto a las generales y sólo ha superado al PNV en una demarcación.
En todo caso, el PSE-EE es muy libre [¿serán capaces?] de pactar con los nacionalistas españoles para darle en los morros a los nacionalistas vascos...
¡Y luego dicen que los nacionalismos están de capa caída!, lo cual podría ser considerado cierto si se da por buena la falacia popular de que sólo son nacionalistas los partidos catalanes, gallegos y vascos.
¡Y luego dicen que los nacionalismos están de capa caída!, lo cual podría ser considerado cierto si se da por buena la falacia popular de que sólo son nacionalistas los partidos catalanes, gallegos y vascos.
Lo que ocurra en Euskadi, sea cual sea la solución, traerá cola.
..
..
CON ANTERIORIDAD, en ImP:
"El voto de los emigrantes y el derecho de sangre", y
"Elecciones gallegas y del mundo mundial".
"El voto de los emigrantes y el derecho de sangre", y
"Elecciones gallegas y del mundo mundial".
Félix, al poner etiquetas a los partidos políticos, caes en tu propia trampa: si el PP dices que es nacionalista españolista ¿?), y el PNV nacionalista vasquista, ...¿qué es el PSE? ¿Es nacionalista? ¿Es españolista? ¿o es vasquista? ¿ O no es nada de lo anterior ?,...creémosle pues una nueva etiqueta: no nacionalista ni vasquista ni españolista...¡la repanocha!.
ResponderEliminarLo que se está dilucidando en el País Vasco es mucho más importante que si gobierna la derecha o la izquierda,...estamos hablando de algo tan sencillo y tan difícil a la vez como restaurar la normalidad democrática, que todo el mundo pueda vivir en libertad, o, si no, dime, ¿ en cuántos países democráticos más de 1.000 cargos públicos necesitan un escolta diario porque si no se juegan el pellejo, simple y llanamente POR DEFENDER DEMOCRÁTICAMENTE UNAS IDEAS DISTINTAS DE LAS DE UNOS NACIONALISTAS RADICALES Y SU BRAZO ARMADO ? (perdón por las mayúsculas)
Josito,
ResponderEliminarDe entrada, no hay absolutamente ninguna duda de que el PP y UPyD son españolistas y de que el PNV, EA o Aralar son vasquistas. Es más, todos esos partidos sacan pecho con su nacionalismo. Lo cual es legítimo y respetable.
Yo no he criticado que sean nacionalistas, me limito a constatar que entre nacionalistas el entendimiento es muy difícil, cosa que en el caso de PNV y PP es significativo porque ideológicamente son partidos "hermanos", incluso en organismos internacionales.
Respecto de la violencia, la verdad, no sé a qué obedece que saques a colación ese asunto, porque tanto el PP como el PNV o el resto de candidaturas en presencia, todas, están en contra de la violencia.
Esta vez no había candidaturas de las denominadas pro etarras.
¿O insinúas que el PNV es pro etarra?
Y respecto a la equívoca actitud del PSOE frente a los denacionalismos tampoco sé a qué obedece. ¿O es que en Euskadi hay que ser españolista o vasquista anarices?
Posiblemente ahí radica la "confusión", y acaso el problema de fondo.
Insisto: ¿Hay que elegir a narices entre españolistas o vasquistas?
No veo porque hay que optar entre uno u otro nacionalismo, y mucho menos por causa de la violencia.
¿O acaso identificas vasquismo y violencia?
Si es así, en mi opinión incurres en un error, en democracia el PNV nunca ha defendido la violencia, ni tampoco EA, ni Aralar, que resulta que nació para ocupar el espacio político democrático de los aberzales no violentos.
Ser nacionalista -sea españolismo o vasquismo- no es malo. Es una forma de entender la realidad y la acción politica. Y punto.
Cuando digo que el PP es españolista no lo hago para zaherir, me limito a constatar uno de sus rasgos y punto, no veo que eso tenga que ser interpretado como algo negativo, tampoco en el caso de los vasquistas.