El lehendakari Patxi López ha acusado al PNV de un terrible pecado: pactar con Bildu en varios consistorios con la finalidad exclusiva de «de expulsar al PSE», según el líder socialdemócrata vasco.
La crítica de López es sorprendente porque, suponiendo que pactar sea un acto político denostable, el PNV ha hecho lo mismo que en su día el PSE-PSOE cuando pactó con el PP para arrebatar la jefatura del Gobierno vasco al PNV, que fue el más votado.
De modo que, según López el PSE-PSOE tiene derecho a ejecutar esos pactos, pero no el PNV ni Bildu.
De modo que, según López el PSE-PSOE tiene derecho a ejecutar esos pactos, pero no el PNV ni Bildu.
Pero el simplismo político de López es mayor todavía cuando alardea de que su partido hizo reiterados llamamientos para configurar apaños tripartitos (PP-PNV-PSE) con el único propósito de que Bildu sólo pudiera acceder a las alcaldías de los municipios donde ha obtenido mayoría absoluta.
Cada vez más, el PSE y el PP son dos gotas de agua, ambos aplican la regla de oro del simplismo: vasquismo + izquierda = peste bubónica.
¡De nada sirve que Bildu se haya desmarcado de los violentos!
A los simplistas estilo López sólo les falta decir que la única actividad que tienen derecho a ejercer los independentistas es practicar la violencia.
Cada vez más, el PSE y el PP son dos gotas de agua, ambos aplican la regla de oro del simplismo: vasquismo + izquierda = peste bubónica.
¡De nada sirve que Bildu se haya desmarcado de los violentos!
A los simplistas estilo López sólo les falta decir que la única actividad que tienen derecho a ejercer los independentistas es practicar la violencia.
Objetivamente, los cuadros del PSE --por lo menos los que siguen la línea oficial-- deberían solicitar su ingreso en el PP. ¿O acaso hay algo sustancial que les diferencie de la formación que lidera Basagoiti en materia de alianzas y a la hora de "buscar la paz"?
Pero la cosa no se queda ahí, López echa mano de la hipocresía política para criticar que el PNV aplique una "estrategia particular y partidista"; ¡vamos, que el PSOE es ejemplo de anti-partidismo en sus relaciones con las demás formaciones, sobre todo con IU y la izquierda aberzale!...
López se pone delante del espejo y no se reconoce.
López se pone delante del espejo y no se reconoce.
Y para rematar, el líder del PSE arremete contra el PNV por formar parte de "un frente de las fuerzas nacionalistas para expulsar a los que no lo son".
¿Se habrá enterado López de que el PSE forma parte de un pacto nacionalista, pero español, y que el españolismo mayoritario sigue siendo igual de patriotero, derechista y rancio que hace cuarenta años?
¿Se habrá enterado López de que el PSE forma parte de un pacto nacionalista, pero español, y que el españolismo mayoritario sigue siendo igual de patriotero, derechista y rancio que hace cuarenta años?
Si el de López es el mejor análisis político-electoral que destila la cúpula del PSE-PSOE, es fácilmente comprensible que la socialdmemocracia sangre militantes y votos.
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MÁS detalles, en Cadena Ser.
Demasiado simple. Me pregunto si no será un guiño al PP, con cuyo apoyo gobierna, por las consecuencias electorales de la presentación de Bildu a las elecciones. Durante mucho tiempo estaremos oyendo simplezas como las que apuntas. Unha aperta
ResponderEliminarHablar por no callar.
ResponderEliminarSon liberticidas y lo tienen a gala. Dirigentes de partidos, pseudo-analistas políticos, pseudo-periodistas, tertulianos y miles de ciudadanos de la entidad "España" están convencidos de que hay que amordazar a los nacionalistas vascos, como si no tuviesen derecho a la existencia; impedirles su participación política; arrinconarlos y, si es posible, perseguirlos.
ResponderEliminarY, naturalmente, estos liberticidas antidemócratas consideran malvados a todos aquellos que no actúan como ellos desean.
Que los jueces hayan determinado que Bildu NO ES ETA es para ellos irrelevante, ya que para estos representantes del totalitarismo dichos jueces son simples traidores. No se han enterado de que muchos de tales jueces son ideológicamente cercanísimos a ellos, pero sufren un ataque de pánico ante la perspectiva de que ciertas instancias europeas (Estrasburgo) los certifiquen como jueces filo-fascistas, carentes de objetividad o, simplemente, incompetentes como profesionales, e invaliden sus sentencias.
Todo esto tiene la virtud de poner en claro las abismales diferencias (estadísticas, naturalmente) entre la sociedad vasca y la sociedad española, así como el hecho de que, para muchos vascos, la necesidad de separarse del Estado sea ya una necesidad IMPERIOSA con vistas a alcanzar la más elemental normalización democrática. Dentro del Estado, está claro que no es posible.