El debate ha sido un bis del bis. Rodríguez Zapatero ha descrito el escenario --de eso se trataba--, así como los antecedentes inmediatos y ha confirmado --sin siquiera mencionarlo-- su intención de no adelantar las elecciones legislativas. El Gobierno quiere acabar de poner en marcha las medidas anti-crisis que estima convenientes.
El PSOE tiene la convicción de que a corto plazo escampara la tormenta internacional de las deudas soberanas --que es la herramienta en la que ahora más confían los poderes financieros para cerrar el proceso de concentración de capital más prolongado de la historia del capitalismo, pues se inició en los años noventa y todavía colea... e irremediablemente estallará.
El PSOE tiene la convicción de que a corto plazo escampara la tormenta internacional de las deudas soberanas --que es la herramienta en la que ahora más confían los poderes financieros para cerrar el proceso de concentración de capital más prolongado de la historia del capitalismo, pues se inició en los años noventa y todavía colea... e irremediablemente estallará.
[Enlace al discurso íntegro de Rodríguez Zapatero]
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La mayoría de grupos prefieren esconder sus intenciones
Frente a las tesis del Gobierno, apenas se han formulado alternativas. Sólo IU y ERC esbozan detalles de una posible opción de izquierda --el parlamentarismo al uso no les deja tiempo para más.
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La mayoría de grupos prefieren esconder sus intenciones
Frente a las tesis del Gobierno, apenas se han formulado alternativas. Sólo IU y ERC esbozan detalles de una posible opción de izquierda --el parlamentarismo al uso no les deja tiempo para más.
Mariano Rajoy nada aporta, salvo las cantinelas de siempre: denostar al Gobierno imputándole la responsabilidad de la recesión internacional, obviando que el PP de Aznar fue el precursor de la burbuja inmobiliaria que tanto daño ha hecho y hace.
Y además el ¿líder? del PP ha vuelto a exigir el adelanto electoral. La política del PP es la más fácil de resumir: acceder al poder.
Nadie ignora --salvo al parecer la mayoría de los medios-- que si el PP gobernara los ajustes socio-económicos serían más acentuados, en línea con lo que están haciendo los gobiernos conservadores de Angela Merkel y David Cameron.
Por su parte, la minoría catalanista (CiU) abandona el centrismo y sigue su deriva hacia la derecha y salvo en detalles de segundo orden, lo único que diferencia a CiU y PP es el color del nacionalismo, catalanismo y españolismo, respectivamente.
Y además el ¿líder? del PP ha vuelto a exigir el adelanto electoral. La política del PP es la más fácil de resumir: acceder al poder.
Nadie ignora --salvo al parecer la mayoría de los medios-- que si el PP gobernara los ajustes socio-económicos serían más acentuados, en línea con lo que están haciendo los gobiernos conservadores de Angela Merkel y David Cameron.
Por su parte, la minoría catalanista (CiU) abandona el centrismo y sigue su deriva hacia la derecha y salvo en detalles de segundo orden, lo único que diferencia a CiU y PP es el color del nacionalismo, catalanismo y españolismo, respectivamente.
Es más, CiU también pide el adelanto de los comicios pero lo hace con la boca pequeña porque --además de temer un revés en las urnas, aunque previsiblemente ligero-- intuye o sabe que el PNV cumplirá su papel apoyando los presupuestos del Estado para el 2012, lo que permitirá agotar la legislatura. Así las cosas, CiU se permite el lujo formalista de ser menos agresivo, marcar distancias con el PP pero apretar con similar virulencia verbal al PSOE para al mismo tiempo, ya en Catalunya, perjudicar a sus hermanos de ERC y arremeter contra el odiado PSC. Puro electoralismo.
Los otros nacionalistas periféricos, BNG y PNV, han preferido jugar papeles secundarios. Los galleguistas todavía no se han recuperado de la debacle a la que fueron conducidos por el populista Anxo Quintana [que fue vicepresidente del gobierno bipartido de la Xunta de Galicia que encabezaba el socialdemócrata Pérez Touriño]; en tanto que los peneuvistas están más atentos al escenario vasco que al conjunto de España, pues en Vasconia la situación es inquietante para los aranistas porque al pavo institucional que cocinan PSE y PP se ha sumado el arrollador avance de los independentistas.
En resumen, el debate ha reflejado fielmente lo que hay:
* PSOE ejerce de bombero del incendio de la recesión, bien alimentado con la gasolina de los mercados financieros;
* La izquierda parlamentaria sigue masturbándose ideológicamente, amén de que sus voces suenan poco y para colmo apenas disponen de altavoces en los medios, y
* La derecha (léase CiU, PNV y PP) sigue haciendo lo único que parece saber: acosar al Gobierno y evitar todo debate sustancial; no obstante, entre ellos mantienen posiciones tácticas ligeramente diferenciadas, además de lucir cada cual los adornos patrióticos y patrioteros que correspondan.
¿Alternativas reales de gobierno? Ninguna, pues el programa socio-económico que esconde el PP es un calco del que aplica el PSOE, pero exacerbado y con más recortes sociales.
Pues ya queda todo dicho. Lo malo es que el absolutamente inculto pueblo español -mejor dicho, parte de ese pueblo/masa- ha asumido que la culpa de todo lo que pasa en el mundo la tiene ZP. Pues nada, adelante los peperos.....más de uno se arrepentirá.....
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