Mediapubli, empresa editora de los diarios Público y La voz de Asturias, ha presentado hoy en Barcelona una solicitud para que la autoridad judicial apruebe el concurso voluntario de acreedores. La caída de los ingresos por publicidad no ha podido ser contrarrestada por los ingresos por ventas, pese a que la difusión de Público había experimentado un notable crecimiento hasta hace unos meses.
La crisis hace su trabajo siempre y en todos los ámbitos en la misma dirección.
La crisis hace su trabajo siempre y en todos los ámbitos en la misma dirección.
A esas circunstancias se ha unido otro revés que también es fruto del descontrol que acusa el sistema: la restricción del crédito que practica la banca.
En definitiva, Mediapubli se ha acogido al concurso de acreedores (suspensión de pagos) «para salvaguardar de la mejor forma posible los intereses de todas las partes afectadas», ha precisado la empresa.
En definitiva, Mediapubli se ha acogido al concurso de acreedores (suspensión de pagos) «para salvaguardar de la mejor forma posible los intereses de todas las partes afectadas», ha precisado la empresa.
Los trabajadores, que todavía no han cobrado los salarios correspondientes al mes de diciembre [el plazo reglamentario para abonarlos vencerá el próximo día 15], han emitido el siguiente pronunciamiento:
«Ante esta situación, que obliga a la plantilla a permanecer en su puesto de trabajo sin tener conocimiento pormenorizado de los planes de los propietarios del diario, queremos manifestar que mantenemos intacto nuestro compromiso con los lectores.
«Compartimos con ellos un punto de vista ideológico que busca denunciar, con rigor y profesionalidad, las injusticias sociales y los efectos de la crisis.
«Compartimos con ellos un punto de vista ideológico que busca denunciar, con rigor y profesionalidad, las injusticias sociales y los efectos de la crisis.
«Para poder seguir desempeñando nuestra labor, hemos solicitado a los editores de la cabecera, a través del comité de empresa, que informen, en el menor plazo posible, de sus intenciones de permanecer ligados al proyecto que iniciamos entre todos hace ahora cuatro años y medio.
«A la espera de la información solicitada y a pesar de la complicada situación personal a la que han abocado los propietarios a 160 familias, los empleados de Público seguiremos trabajando para sacar adelante el producto informativo que nuestros lectores demandan y que creemos imprescindible en la situación económica, política y social que atravesamos.
«Los trabajadores de Público».
Los apuros de Mediapubli constituyen una tragedia para los trabajadores de Público y, por ende, un bofetón para el oficio de informar.
MÁS detalles, en:
233GRADOS, PRNoticias y VOZPÓPULI.
DE INTERÉS:
"Por la supervivencia de Público", en la bitácora de FERNANDO BERLÍN·RADIOCABLE, y
"Un futuro para Público", en PERIODISTAS21.
CON ANTERIORIDAD, en ImP:
"La prensa ya renqueaba antes de la crisis y ahora, más",
"Los medios han perdido este año [2009] 3.030 empleos", y
"Cosas que ciertos periodistas no quieren decir ni escuchar".
Los apuros de Mediapubli constituyen una tragedia para los trabajadores de Público y, por ende, un bofetón para el oficio de informar.
MÁS detalles, en:
233GRADOS, PRNoticias y VOZPÓPULI.
DE INTERÉS:
"Por la supervivencia de Público", en la bitácora de FERNANDO BERLÍN·RADIOCABLE, y
"Un futuro para Público", en PERIODISTAS21.
CON ANTERIORIDAD, en ImP:
"La prensa ya renqueaba antes de la crisis y ahora, más",
"Los medios han perdido este año [2009] 3.030 empleos", y
"Cosas que ciertos periodistas no quieren decir ni escuchar".
No son los primeros ni serán los últimos en vivir esa "experiencia". El "dinero" ha encontrado el talón de aquiles de la libertad de prensa. Si los periodistas y muchos medios pudiesen decir realmente lo que piensan......Pero "se impone" la autocensura para sobrevivir y llegar a fin de mes....primum vivere. "Oscuro porvenir proclamo", que dirían los personajes del Forges.
ResponderEliminarA NAVEGANTE,
ResponderEliminarY las empresas editoras que permiten que sus periodistas informen sin condicionantes --o con los menos posibles--, acaban siendo "castigadas" por el sistema --la banca les niega el crédito-- y numerosas empresas retiran la publicidad.
La crisis acelera procesos que no son de raíz exclusivamente económica.