El Consejo de Ministros acaba de aprobar un proyecto de ley --el texto todavía debe ser aprobado por el Congreso de los Diputados-- para regular el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. La cosa parece perfectamente normal y, al margen de matices y posibles enmiendas menores, la propuesta gubernamental será aprobada con los votos de PSOE, PP, CiU, PNV y CC.
El proyecto del PSOE prevé que parte del fondo de reserva (destinado a pensiones) sea invertido en renta fija emitida por entidades privadas y en renta variable; es decir, ¡en Bolsa!
El texto matiza que esta última posibilidad se hará "buscando valores seguros, rentables y con perfiles de riesgo distintos". En principio, la regulación del Fondo de Reserva era uno de los compromisos adquiridos por el Gobierno en el acuerdo que negoció con los sindicatos CC OO y UGT, y las patronales CEOE y Cepyme.
Actualmente, el fondo dispone de 40.335 millones de euros y al finalizar este año alcanzará los 50.000 millones, según las previsiones de Economía. Hasta ahora, ese dinero se ha invertido en activos financieros públicos; por ejemplo, en deuda emitida por el Estado español o por otras haciendas públicas de la Unión Europea (UE), las de Alemania y Francia, por ejemplo. De momento, España es el único país comunitario que dispone de un fondo de ese tipo que no invierte parte del dinero en Bolsa.
¿Qué otros Estados lo hagan, justifica la medida?
El asunto tiene enjundia, no sólo por el riesgo que se corre, sino que además se plantean cuestiones que pueden generar enredos sin cuento y graves diatribas interpartidarias e incluso sociales: ¿En qué valores o sociedades invertirá el Estado? Resumiendo: ¿en Endesa o en Gas Natural, en la planta gasera de Ferrol o en la de Avilés, en Acciona o en ACS?
Por otro lado, ¿invertirá el Estado español en compañías extranjeras? Y si es así, ¿en cuáles?, ¿en las petroleras norteamericanas que operan en Guinea Ecuatorial, que son altamente rentables, o en una industria de Venezuela?
Por otro lado, ¿invertirá el Estado español en compañías extranjeras? Y si es así, ¿en cuáles?, ¿en las petroleras norteamericanas que operan en Guinea Ecuatorial, que son altamente rentables, o en una industria de Venezuela?
Sea como fuere, resulta penoso --y sospechoso-- que la dichosa ETA siga acaparando todas, todas y todas las atenciones y que la ciudadanía apenas sea informada de decisiones que, como la aquí apuntada, sí son sustanciales para el futuro del país.
ayer pensé exactamente lo que tú dices al final. pensé que es la leche que esté todo dios hablando de eta mientras el gobierno se va a jugar un diez por ciento de nuestras futuras pensiones a la bolsa. o, sin ir más lejos, lo que decía el otro día migramundo, ¡mueren muchísimas más mujeres por maltrato que personas por terrorismo etarra! y nunca hemos visto a los líderes políticos debatiendo ese tema con la misma preocupación que el de eta.
ResponderEliminarHombre, para el futuro del país y para el de cada cual, pues no sería la primera vez que se desploma una Bolsa y se pierde el dinero invertido. En ese caso, ¿a quién tendría que reclamar mi pensión? Saludos.
ResponderEliminarEs preocupante las pocas garantías que se le puedan pedir a quienes vayan a materializar las inversiones. La idea en principio parece razonable, rentabilizar semejante fondo, pero hablamos de rentabilizar para todos y en España hay la mala costumbre de rentabilizar para uno mismo pero con el dinero de todos. Espero que todos podamos cobrar nuestras merecidas y justas pensiones y no lamentarnos de las malas inversiones de otros.
ResponderEliminarUn saludo
Bueno, yo no sé mucho de economía...pero yo no invertiría mi dinero en bolsa ahora mismo, estando en máximos históricos, y con analistas pronosticando una recesión.
ResponderEliminarClaro, que tampoco Solbes va a invertir su dinero, sino nuestro dinero. Así yo también juego...
La idea de sacarle rentabilidad al fondo de pensiones no está mal. Lo malo es con la diligencia y transparencia que se haga.