La ministra de Cultura, Carmen Calvo, durante la presentación de El Canon, revista semestral dedicada al flamenco, afirmó ayer que el flamenco «es lo más grande que hemos aportado al mundo los españoles». Textual.
Nadie duda de los valores musicales y culturales del flamenco, ni de sus significados etnográficos y antropológicos. Pero de ahí a proclamar que es lo más grande que los españoles han aportado al mundo media un abismo.
Ninguna manifestación cultural de este país de países --tierra plural y trufada de contrastes-- merece semejante alarde de forofismo político-cultural. Y si la desmesura tiene origen ministerial, menos.
Ninguna manifestación cultural de este país de países --tierra plural y trufada de contrastes-- merece semejante alarde de forofismo político-cultural. Y si la desmesura tiene origen ministerial, menos.
Cabe suponer que la ministra se ha dejado llevar por su apego personal a Andalucía, donde nació. Sin embargo, la responsabilidad pública que ostenta le obliga a prescindir de juicios de valor personales.
El error político-cultural de la ministra es menor, cierto, por carecer de consecuencias graves; pero ilustra perfectamente uno de los defectos más comunes en demasiados responsables de la cosa pública:
¡No cuentan hasta diez antes de hablar! ¿Cuántos equívocos y polémicas estériles se evitarían, tanto ellos como los ciudadanos, si midieran sus palabras?
¡No cuentan hasta diez antes de hablar! ¿Cuántos equívocos y polémicas estériles se evitarían, tanto ellos como los ciudadanos, si midieran sus palabras?
Para redondear, la ministra presidió el acto en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Con independencia de que fueran los responsables de la revista quienes eligieran el escenario, la presencia de la ministra en la SGAE, siendo legítima, es sobresaliente y conviene tomar nota del detalle, pues la SGAE es la SGAE.
Con independencia de todo lo dicho, el flamenco es un arte cuyos valores están por encima de deslices ajenos y de mensajes subliminales de orden político-fiscal...
Está visto que para ser ministro no se exige mucho. Y los toros, le faltó decir a la singular ministra.
ResponderEliminar¡Qué pena! Así vamos ....
Se me ocurrieron varios comentarios pero igual son faltones. ¿Y ese vestido tan discreto?
ResponderEliminarEsta ministras cada vez que habla deja claro que no se entera de la misa la mitad.
Vista la foto, lo mas grande que hemos aportado los espanholes al mundo es agatha ruiz de la prada y su insigne marido.
ResponderEliminarEn efecto, el vestidito es de la cónyuge de Pedro J. Sin comentarios.
ResponderEliminarbuf, esa señora tiene patinazos de este tipo demasiado a menudo. es lo que pasa por hablar demasiado, que te equivocas más que los demás. increíble.
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