Anoche y con una cena de gala, se inició en Heiligendamm (Alemania) la cumbre del llamado G8, los siete países teóricamente más ricos del mundo y Rusia. Pero, ¿por qué no están China y Brasil?
Sin olvidar que la presencia de Rusia obedece a una cobardía política y a la esperanza --¡hacer política con criterios de esperanza es patético!-- de que Vladimir Putin y su corte se sientan queridos y dejen paso a un Estado decente y a poder ser de Derecho.
Sin olvidar que la presencia de Rusia obedece a una cobardía política y a la esperanza --¡hacer política con criterios de esperanza es patético!-- de que Vladimir Putin y su corte se sientan queridos y dejen paso a un Estado decente y a poder ser de Derecho.
Los prolegómenos han sido harto ilustrativos:
Angela Merkel confía en que la cumbre «se desarrolle en un ambiente constructivo».
Angela Merkel confía en que la cumbre «se desarrolle en un ambiente constructivo».
Siendo la anfitriona es lógico que centre su atención en las formas y los detalles…
Vladimir Putin amenaza con apuntar misiles hacia Europa en respuesta a los planes de Washington de establecer bases para un escudo antimisiles en Polonia y Chequia. Este es un neandertal de la geopolítica…
Durao Barroso (presidente de la Comisión Europea) ha comentado que el G8 podría «acordar la necesidad de fijar objetivos para la reducción de emisiones», pero «sin hablar específicamente de ellos». ¿Qué canastos querría decir este ex maoísta reconvertido en neoliberal?...
George W. Bush está dispuesto a cooperar en el diseño de un acuerdo post-Kioto, aunque lo de llevar el hipotético acuerdo a la ONU es otro cantar. En su línea: balones fuera…
Koji Tsuruoka (alto funcionario japonés de Exteriores) ha reconocido que el simple hecho de dialogar y «tener voluntad política» ya es un buen resultado. A este igual lo han cesado esta noche por hablar demasiado claro…
Hoy, descansados y frescos, los dirigentes de esos ocho significados países quizá estén más en consonancia con la elevadísima importancia que los medios otorgan al G8 ¿No será que hay mucho bombo y poca sustancia? Mejor dicho: ¿Existiría el G8 si hubiera sustancia?...
Para que el G8 fuera un órgano de poder, lo que se dice poder de verdad, debería incluir a representantes de las corporaciones trasnacionales, de los fondos de pensiones, de la gran banca... Pero bueno, nunca sobra que Bush y compañía se sienten a charlar cual vecinos de escalera que apenas se conocen porque tienen horarios de trabajo diferentes...
ePÁGINA NO OFICIAL de la cumbre de Heiligendamm.
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