Dos asalariados asturianos del sector naval afiliados a Corriente Sindicalista de Izquierda (CSI), González Carnero y Martínez Morala, han sido encarcelados para cumplir ¡tres años de prisión por los daños ocasionados a un cajetín del sistema de control de tráfico por vídeo instalado en la vía pública!, en Gijón.
Los hechos ocurrieron el 10 de marzo de 2005, durante una de las manifestaciones convocadas contra el cierre de los astilleros. La sentencia, además de los tres años de cárcel, impone el pago al Ayuntamiento de Gijón de una indemnización de 5.624 euros, más una multa de 2.160 euros.
La resolución judicial está basada en las declaraciones de la policía; dándose la circunstancia de que uno de los agentes estuvo infiltrado en el sindicato para espiar a sus dirigentes... ¡Como en los mejores tiempos!
Los hechos ocurrieron el 10 de marzo de 2005, durante una de las manifestaciones convocadas contra el cierre de los astilleros. La sentencia, además de los tres años de cárcel, impone el pago al Ayuntamiento de Gijón de una indemnización de 5.624 euros, más una multa de 2.160 euros.
La resolución judicial está basada en las declaraciones de la policía; dándose la circunstancia de que uno de los agentes estuvo infiltrado en el sindicato para espiar a sus dirigentes... ¡Como en los mejores tiempos!
Los condenados fueron detenidos el pasado sábado por agentes de la brigada de información de la Comisaría de Gijón cuando regresaban a casa acompañados de sus familias, tras participar en la concentración que se había celebrado ante el consistorio gijonés para protestar por la condena.
Ahora, a toro pasado y tras guardar un prudente silencio durante meses y meses, Izquierda Unida de Asturias ha anunciado a bombo y platillo que pedirá sendos indultos personales para los dos sindicalistas. Otro tanto se puede decir del gobierno de izquierda del Principado, que ha enviado al Valledor (defensor del pueblo) asturiano a la penitenciaría de Vallbona...
¿Conclusiones?
De entrada, tres enseñanzas:
De entrada, tres enseñanzas:
Primera: La Justicia española castiga con mayor dureza al sindicalista que rompe un cajetín de vídeo o una farola, que al automovilista que conduciendo borracho atropella y mata a un peatón; por poner un ejemplo a vuelapluma, pero hay más.
Segunda: En España hay sentencias y sentencias. Unas, como la impuesta a los sindicalistas gijoneses, se ejecutan con sorprendente celeridad; sin dar tiempo, por ejemplo, a que se presente y resuelva el recurso de amparo ante el Constitucional. En tanto que otras sentencias, como la impuesta a los Albertos, han dormido o duermen el sueño de los justos --mejor dicho, de los injustos.
Tercera: En cuanto a prudencia, la izquierda que gobierna en Asturias tiene muy poco que envidiar de la derecha.
Es impresionante. No tengo palabras.
ResponderEliminarMe recuerda a la película de los lunes al sol, pero lamentablemente, la realidad supera con creces a la ficción.
Está claro que los que tienen el poder y el dinero gobiernan a su antojo. Si alguien les protesta, utilizarán todo su poder para destruirlos.
Lamentable.
La realidad supera a la ficción porque ¡hasta los que escriben ficción evitan retratar la realidad! Un abrazo.
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