Las hemerotecas --con la inestimable colaboración de la Blogosfera, muchos de cuyos miembros guardan de todo un poco en sus bitácoras-- constituyen un enriquecedor alimento cuando hay elecciones.
Recordar ayuda a comprender el valor de lo que dicen los candidatos y con ello, decidir, por ejemplo, a quien sería absurdo votar: «Sabemos que [los votantes socialistas indecisos] nunca nos votarán. Pero sí podemos sembrar suficientes dudas sobre la economía, sobre la inmigración y sobre cuestiones nacionalistas, entonces quizá se queden en casa».
Recordar ayuda a comprender el valor de lo que dicen los candidatos y con ello, decidir, por ejemplo, a quien sería absurdo votar: «Sabemos que [los votantes socialistas indecisos] nunca nos votarán. Pero sí podemos sembrar suficientes dudas sobre la economía, sobre la inmigración y sobre cuestiones nacionalistas, entonces quizá se queden en casa».
La frase es de Javier Elorriaga, responsable de comunicación del PP en 2008, que sufrió varios arrebatos de sinceridad durante la entrevista que concedió a Financial times.
Sus declaraciones levantaron ampollas y, muy probablemente, fueron decisivas para que poco después el aznarismo prescindiera de sus servicios comunicacionales. Sin embargo, aunque en el PP han cambiado algunos dirigentes --pocos--, la estrategia para llegar al poder sigue siendo la misma: sembrar dudas, generar desconfianza en los ciudadanos.
Sus declaraciones levantaron ampollas y, muy probablemente, fueron decisivas para que poco después el aznarismo prescindiera de sus servicios comunicacionales. Sin embargo, aunque en el PP han cambiado algunos dirigentes --pocos--, la estrategia para llegar al poder sigue siendo la misma: sembrar dudas, generar desconfianza en los ciudadanos.
CON ANTERIORIDAD:
En estas elecciones el PP está utilizando una estrategia que le va a dar muchos frutos: cómo están los españoles tras ocho años de gobierno de ZP. Es la mejor estrategia, sin duda.
ResponderEliminarSaludos.
A JOSITO:
ResponderEliminarExacto, además de cultivar la desconfianza en el Estado y tergiversar los hechos, el PP aprovecha el rechazo yo el desapego que ha generado la ineficacia del PSOE, que no ha podido o no ha querido plantar cara a los "mercados" --ni siquiera formalmente.
Así las cosas, ¿para qué narices iba el PP a presentar un programa económico concreto? Con esperar y meter la pata lo menos posible tiene ganadas las elecciones.
¿Y luego? Luego el gobierno que presidirá Rajoy hará lo que le venga en gana... ¡a "don mercados"!
Y así...