A partir de mañana se celebran elecciones legislativas en Egipto,
convocadas a raíz de que el faraón Hosni Mubarak fuera apartado del poder hace
ocho meses por una junta militar que intenta desactivar una de las llamadas
revoluciones árabes. La vida económica del país está sufriendo un notable
deterioro, máxime si se tiene en cuenta que el turismo es una actividad clave
y la seguridad de las personas es fundamental para mantener el flujo de
visitantes.
Cifras cantan: el sector servicios aportó en 2010 el 44 % del producto interior bruto (PIB) y 19 de esos 44 puntos fueron aportados por el turismo, a los que hay que sumar las aportaciones indirectas, por ejemplo vía transportes.
Cifras cantan: el sector servicios aportó en 2010 el 44 % del producto interior bruto (PIB) y 19 de esos 44 puntos fueron aportados por el turismo, a los que hay que sumar las aportaciones indirectas, por ejemplo vía transportes.
Egipto siempre fue un país dependiente de las crecidas
del padre Nilo. Sin embargo, el sueño de acabar con ese condicionante empezó a ser posible en 1952, cuando un
golpe de Estado protagonizado por los llamados Oficiales Libres que lideraba
Gamal Abdel Nasser acabó con la mansedumbre económica y presupuestaria de la monarquía impuesta por la ex metrópoli en 1936 [Egipto había obtenido la independencia en 1922, aunque sólo formalmente, pues
Gran Bretaña mantuvo el control de las decisiones
gubernamentales, así como de la economía e incluso la administración del canal].
El régimen nasserista convirtió Egipto en un Estado soberano y de corte socializante, impulsando una planificación económica que emulaba algunos criterios de la Rusia soviética, incluido un ambicioso plan de industrialización.
El régimen nasserista convirtió Egipto en un Estado soberano y de corte socializante, impulsando una planificación económica que emulaba algunos criterios de la Rusia soviética, incluido un ambicioso plan de industrialización.
Pero el esfuerzo de Nasser rentó escasos frutos, el agro siguió
siendo el sostén económico. Hasta bien avanzada la década de los años setenta 6 de
cada 10 egipcios ocupados dependían de la tierra: en 2010, el sector
primario daba empleo al 24 % de ocupados y aportó el 21 % del PIB.
..
Industrialización
Nasser falleció en 1970 sin haber consolidado el sector secundario, entre otras cosas porque la productividad era ínfima debido a la acomodaticia gestión de las industrias de propiedad pública (el 90 % del total), entre otras cosas porque sus trabajadores tenían poco menos que rango de funcionarios.
Nasser falleció en 1970 sin haber consolidado el sector secundario, entre otras cosas porque la productividad era ínfima debido a la acomodaticia gestión de las industrias de propiedad pública (el 90 % del total), entre otras cosas porque sus trabajadores tenían poco menos que rango de funcionarios.
Solo la industria textil experimentó un sólido desarrollo gracias a las generosas cosechas de algodón, que sigue siendo la principal aportación
agraria; en 2010 la producción de fibra de algodón superó las 360.000
toneladas, pues la feracidad de las tierras bañadas por el Nilo y la
idoneidad del clima permiten completar tres cosechas cada año.
Pero no solo de
algodón vive el campo, Egipto también figura entre los cinco primeros países
del mundo productores de arroz, caña de azúcar y naranjas, amén de recoger
sobresalientes cosechas de patata, trigo, maíz y una amplia gama de frutas y
hortalizas.
Los egipcios también poseen importantes cabañas: 3,5 millones de cabezas de vacuno, otras tantas de búfalos, 5 millones de ovejas, 5,5 millones de cabras y una producción de aves de corral que en 2009 superó los 43 millones de animales.
Los egipcios también poseen importantes cabañas: 3,5 millones de cabezas de vacuno, otras tantas de búfalos, 5 millones de ovejas, 5,5 millones de cabras y una producción de aves de corral que en 2009 superó los 43 millones de animales.
Paradójicamente, el nasserismo se empeñó en desarrollar la
industria, pero su gran éxito económico radicó en ejecutar una reforma agraria
que revolucionó el rural, no sólo por el salto hacia delante que supuso la presa de Asuán --que permite controlar las crecidas del Nilo y
aprovechar de forma racional sus avenidas--, sino también porque cambió
radicalmente el régimen de propiedad de la tierra.
Durante el período 1952-69, sucesivos decretos redujeron la
extensión de las fincas privadas hasta las 20 hectáreas, redistribuyendo las
tierras requisadas entre los campesinos, que además recibieron generosas
ayudas para mecanizar las explotaciones a la vez que se construían almacenes
comunitarios y una red viaria para facilitar el transporte.
La política agraria y el control del canal del Suez
otorgaron al nasserismo un sobresaliente apoyo social, sobre todo en el campo
y entre las clases populares de las dos grandes urbes, El Cairo y Alejandría.
A fecha de hoy el rendimiento de las tierras egipcias es uno de los más altos
del mundo.
Ese progreso tiene torna, pues la intensa utilización de fertilizantes artificiales está generando un problema de compleja solución: las sustancias químicas están alterando el equilibrio ecológico de vastas zonas de la ribera del Nilo, siendo especialmente inquietantes la creciente salinización del suelo y la aparición de nuevas especies de parásitos.
..
Ese progreso tiene torna, pues la intensa utilización de fertilizantes artificiales está generando un problema de compleja solución: las sustancias químicas están alterando el equilibrio ecológico de vastas zonas de la ribera del Nilo, siendo especialmente inquietantes la creciente salinización del suelo y la aparición de nuevas especies de parásitos.
..
Estado ineficiente
La economía egipcia ha pasado de depender del Nilo y de Gran
Bretaña, con el rey Faruk como figura decorativa, a estar centralizada y
planificada --el nasserismo llegó a regular hasta los precios--, para finalmente
iniciar en los últimos años ochenta una procelosa liberalización,
consolidándose una economía al estilo de Occidente que, no obstante, conserva
un fuerte sector público, sobre todo en los servicios --en especial en los
transportes, las infraestructuras y las telecomunicaciones.
Las únicas industrias equiparables a las europeas son el
textil, los fertilizantes, los materiales de la construcción (destacando el cemento),
el caucho y en menor medida la automoción, si bien esta se reduce al ensamblaje
de piezas importadas.
Egipto también posee yacimientos de hidrocarburos, pero
lejos del volumen de gas de su vecina occidental, Libia, y de las reservas de
oro negro de su vecina oriental, Arabia Saudí; en todo caso la producción propia otorga a Egipto cierta
independencia energética y reduce notablemente la siempre onerosa factura que supone importar carburantes.
Pero la riqueza más importante de Egipto, no solo por su
aportación al PIB, tiene base arqueológica: las pirámides y las reliquias de
una civilización milenaria.
..
..
EE UU sustituyó a la URSS
Los principales socios comerciales de Egipto son Estados
Unidos --recambio de la URSS, que durante el período 1952-1990 fue aliada geopolítica y socio comercial preferente--, Gran
Bretaña, Alemania, Francia, Arabia Saudí, Italia y Turquía.
La relación El Cairo-Washington se ha consolidado hasta el punto de que en 2004 (último ejercicio del que existen datos contrastados) Egipto ya era el segundo país del mundo --solo superado por Israel-- por el volumen de las ayudas al desarrollo (y también con fines no económicos) que la Casa Blanca reparte anualmente: El Cairo recibió 2.000 millones de dólares sin condiciones aparentes, aunque notables en asuntos geopolíticos.
La relación El Cairo-Washington se ha consolidado hasta el punto de que en 2004 (último ejercicio del que existen datos contrastados) Egipto ya era el segundo país del mundo --solo superado por Israel-- por el volumen de las ayudas al desarrollo (y también con fines no económicos) que la Casa Blanca reparte anualmente: El Cairo recibió 2.000 millones de dólares sin condiciones aparentes, aunque notables en asuntos geopolíticos.
Durante los años noventa Egipto vivió un período delicado debido
a que parte de la industria creada por el nasserismo quedó obsoleta y estaba
sobredimensionada; su reordenación, desmantelamiento o privatización, unidas a
la liberalización total de los precios agropecuarios, generó episodios de
desabastecimiento, propició un déficit galopante (la recaudación fiscal era mínima) y la consiguiente inflación. Para colmo, se registraron graves conflictos
sociales y reverdeció la violencia religiosa.
En paralelo se acometía la reforma de la administración
del canal de Suez, que había sido otro puntal económico durante las dos
décadas precedentes.
Pero de un tiempo acá, cuando las grandes cifras parecían
controladas y que el país esquivaba con heridas leves la crisis financiera
internacional, el postnasserismo --que no ha sabido evolucionar al compás de
las dinámicas sociedades cairota y alejandrina--, más un Hosni Mubarak carente
de reflejos han desembocado en un conflicto de orden político e institucional
que ha congelado la economía.
Si la junta militar acata los
resultados electorales, quizá Egipto enfile la senda del crecimiento que había retomado en los primeros años de este siglo, aunque en todo caso será lento
No hay comentarios:
Publicar un comentario
NOTA: ImP no publica injurias ni imputaciones de faltas o delitos sin aportar pruebas ni referencias judiciales o sentencia.
Sólo serán publicados los anónimos que a criterio del administrador sean de interés.