«El delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, está preocupado con que el conflicto causado por los realojos de chabolistas en A Coruña se extienda. Esto puede prender una mecha peligrosa de racismo, hay que tranquilizarse y confiar en las instituciones», ha dicho Ameijeiras dirigiéndose a los vecinos que se manifiestan contra el realojo de los barraquistas de Penamoa en otros barrios de la ciudad de A Coruña; mudanza que el Ayuntamiento ha negado pese a que está probada.
El delegado del Gobierno también ha pedido paciencia. La voz narra que la autoridad ha dicho: «Se intenta garantizar a las partes, realojados y vecinos, la seguridad, porque en el fondo los gitanos, los honrados, están desprotegidos. Estamos intentando resolver el problema sin trasladarlo a otro sitio. No queremos contribuir a que esto se disperse, contamine y se vuelva incontrolable».
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La versión más conveniente
De entrada, es obligado subrayar que el delegado del Gobierno es hábil: Convierte el racismo de una exigua minoría --¡claro que hay individuos racistas!, siempre los hay en estos casos y en ambos bandos-- en el eje central de su mensaje y pretende convertir ese racismo en el origen de un conflicto que, pese a que se niegue a admitirlo, ha sido creado por el Gobierno municipal de A Coruña durante 20 años de probada desidia.
No obstante, es una satisfacción escuchar en boca de un representante de la Administración, ¡por fin!, palabras como estas: «No queremos contribuir a que esto se disperse, contamine y se vuelva incontrolable». ¡Ya era hora!, porque hasta hace apenas unas semanas el Gobierno municipal ha contribuido con su actitud a dejar que el problema creciera, creciera y creciera.
El delegado del Gobierno también ha pedido paciencia. La voz narra que la autoridad ha dicho: «Se intenta garantizar a las partes, realojados y vecinos, la seguridad, porque en el fondo los gitanos, los honrados, están desprotegidos. Estamos intentando resolver el problema sin trasladarlo a otro sitio. No queremos contribuir a que esto se disperse, contamine y se vuelva incontrolable».
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La versión más conveniente
De entrada, es obligado subrayar que el delegado del Gobierno es hábil: Convierte el racismo de una exigua minoría --¡claro que hay individuos racistas!, siempre los hay en estos casos y en ambos bandos-- en el eje central de su mensaje y pretende convertir ese racismo en el origen de un conflicto que, pese a que se niegue a admitirlo, ha sido creado por el Gobierno municipal de A Coruña durante 20 años de probada desidia.
No obstante, es una satisfacción escuchar en boca de un representante de la Administración, ¡por fin!, palabras como estas: «No queremos contribuir a que esto se disperse, contamine y se vuelva incontrolable». ¡Ya era hora!, porque hasta hace apenas unas semanas el Gobierno municipal ha contribuido con su actitud a dejar que el problema creciera, creciera y creciera.
¿Tanto cuesta reconocer públicamente que el origen del conflicto está fundamentalmente en la casa consistorial?, ¿es de recibo que el delegado del Gobierno se dedique a tapar las vergüenzas de sus compañeros de formación (el PSdeG-línea vazquista) con alusiones al racismo?
Lo que rechazan los vecinos de los barrios coruñeses (Eirís, Novo Mesorio, Los Rosales, el Ventorrillo, etcétera) en los que intentan realojar a los desplazados de Penamoa es la improvisación, la retórica y la posibilidad real de que el Gobierno municipal (heredero del glamuroso vazquismo) se lave las manos, una vez más.
La autoriadad descarga en los ciudadanos la prolongada e injustificable imprevisión y la falta de responsabilidad del Ejecutivo municipal.
Lo que rechazan los vecinos de los barrios coruñeses (Eirís, Novo Mesorio, Los Rosales, el Ventorrillo, etcétera) en los que intentan realojar a los desplazados de Penamoa es la improvisación, la retórica y la posibilidad real de que el Gobierno municipal (heredero del glamuroso vazquismo) se lave las manos, una vez más.
La autoriadad descarga en los ciudadanos la prolongada e injustificable imprevisión y la falta de responsabilidad del Ejecutivo municipal.
Aplicando similar criterio, al final resultará que los diarios embotellamientos, la ausencia de un transporte periurbano eficiente o el fracaso del centro de tratamiento de basuras de Nostián --entre otros problemas que se agravan cada día-- también son responsabilidad de los ciudadanos.
En A Coruña el derechismo vazquista ha encendido numerosas luminarias para ocultar las deficiencias y los conflictos, pero la porquería y los problemas ¡siempre! acaban reflotando.
NOTA:
Hoy, viernes 28 de marzo de 2008, el Ejecutivo municipal de A Coruña ha estudiado por primera vez en 22 años --el tiempo transcurrido desde que se levantaron las viviendas provisionales-- un plan específico para reformar y erradicar paulatinamente el asentamiento chabolista.
LIGAZÓN de interese: artigo de Manuel Rivas, en El país, "Quen tira a primeira pedra?"
Esperemos que hagan algo, porque esto está siendo un espectáculo penoso con escenas como la de los manifestantes con jeringuillas en los brazos o el "asalto" a una furgoneta por una patrulla de vigilancia vecinal.
ResponderEliminarLo de menos es el espectáculo, lo de más la hipocresía de las autoridades.
ResponderEliminarFelix, cuanta razón tienes. Los lectores de nuestro blog están más que exaltados debido a su profunda preocupación por este tema.
ResponderEliminarEsperemos que asuman su responsabilidad y cojan, de verdad, el toro por los cuernos. Repartiendo la culpa entre todos los ciudadanos no ayudan a solucionar el problema y menos con ese silencio tan forzado.
Es una pueril pataleta.
ResponderEliminarViene a decir "lo hago mal, pero la culpa es vuestra porque vosotros me elegisteis".
Si es que en el fondo aún va tener razón y todo.