Inspección de Trabajo es una entelequia

Entre los asalariados de las subcontratas que construyen el AVE gallego

son norma horarios y condiciones laborales propias del  esclavismo 

Los responsables de Inspección de Trabajo en Galicia afirman que las irregularidades a las que recurren las empresas que construyen la línea ferroviaria de alta velocidad contratando irregularmente trabajadores portugueses son difícilmente demostrables (¿?): «Poco o nada podemos hacer sin la colaboración de los asalariados que sufren las discriminaciones». La necesidad de comer cada día impone el silencio.

La tesis de los funcionarios que admiten la inutilidad de sus inspecciones revelaría, en primer término, la absurda e innecesaria existencia de ese servicio --al menos en el caso de la construcción del AVE-- y en segundo lugar, constata un hecho inquietante: el incumplimiento de la ley sólo es punible si las víctimas se emplean a fondo, arriesgándose a perder el empleo con casi absoluta seguridad y denuncian... así son castigados los asalariados que denuncian irregularidades o ilegalidades en sus empresas.
Lo que nos lleva a la misma conclusión: mejor cerrar Inspección y prescindir de los inútiles inspectores, el erario ahorraría gastos y permitiría sin tapujos que los empresaurios campen a sus anchas, como ya están haciendo.
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Ilustración, Daniel Mercado; capturada en Almiar

[Detalle sustancial: Entre los perjudicados por la inanidad de Inspección no sólo figuran los asalariados que están "esclavizados" en las obras del AVE, sino todos los trabajadores en general.
Las prácticas laborales abusivas se dan en numerosos sectores y oficios; lo cual, para más inri, favorece la competencia desleal entre las empresas, engorda el fraude a la seguridad social y a la Hacienda pública, y abarata la fuerza de trabajo: ¡salarios más bajos!]
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Un organismo impotente e inútil 

Cabe concluir, pues, que Inspección de Trabajo carece de soporte legal, de medios técnicos suficientes y de personal capacitado para realizar seguimientos, hacer fotografías, recabar testimonios de los delegados sindicales que han investigado el asunto, etcétera y etcétera... En resumen: Inspección de Trabajo no sirve para nada.
Además, al parecer, a ningún responsable de Inspección se le ha ocurrido (¿o no le dejan?) cruzar datos de distintos organismos para demostrar, por ejemplo, que es imposible que una subcontrata con 16 o 18 operarios en nómina construya un viaducto de 80 metros de longitud en dos meses.
¿O acaso se trata de cerrar los ojos para que los trabajadores hagan más horas extras que los policías militarizados (Guardia Civil) con la evidente y única finalidad de que los márgenes de beneficio de las empresas sean más, más y más elevados?

Todo ello sin olvidar que los hechos, que han sido comprobados por sindicalistas y periodistas, indican que hay indicios suficientes --incluso pruebas-- de la existencia de una trama delictiva que funciona ex profeso; luego, ¿por qué no interviene la Administración, incluida la Fiscalía?

En Galicia, al igual que en el resto de España, es evidente desde hace años y años que Inspección de Trabajo es una entelequia. 

El trabajo es el más despreciado de los valores económicos pese a que es fundamental para comer, vivir y convivir... y para que el empresario o los accionistas obtengan beneficios.
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CON ANTERIORIDAD: "Galicia: Prácticas laborales ilegales en obras públicas".

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ACTUALIZACIÓN: 
Para redondear y según informa La voz de Galicia, hay quienes consideran que las irregularidades detectadas en la construcción de la línea ferroviaria del AVE gallego son "aceptables" porque hay actividades en las que el índice de contrataciones irregulares y de fraudes es más elevado: El margen de clandestinidad estimado se sitúa por debajo de otros sectores... o sea, la Administración ha establecido márgenes oficiales de permisividad para los defraudadores y delincuentes.