La construcción de la red de alta velocidad acumula trapacerías
.. En Galicia, salvo los que miran para otro lado --que no son pocos--, nadie ignora que en torno al 20 % de los empleados en el sector de la construcción son portugueses que cada viernes por la noche (o sábado) y cada noche del domingo (o madrugada del lunes) atraviesan la raia camino de casa o del tajo. Obviamente, esos trabajadores extranjeros --¡cuanta demagogia se teje con los otros!-- cobran menos que los lugareños.
Y que nadie tuerza el análisis: el problema no es que las empresas contraten extranjeros, lo vergonzoso es que hay empresarios que abusan de esos extranjeros y que hay autoridades que lo consienten.
El fenómeno de los portugueses que van y vienen permite a los intermediarios obtener dinero extra y, en paralelo, es un ardid útil para que ciertos empresarios aumenten beneficios, no sólo porque a los extranjeros les paguen menos, sino porque además reducen costes laborales en su conjunto, pues reducen el coste de la seguridad social, tienen menos bajas por enfermedad y los extranjeros hacen más horas extraordinarias gratuitas, entre otras ventajas.
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Ilustración capturada en Briefblog |
en las obras del AVE la "pagan" los trabajadores
Ni siquiera la obra pública, que en teoría está controlada por la Administración, se libra de esas prácticas ilegales: Hay tajos del AVE en los que la mitad de los trabajadores son portugueses que trabajen en virtud de contratos leoninos (eso losq ue lo tienen), las cuantías de sus salarios también son portuguesas, los horarios laxos y muchos de ellos son alojados de lunes a viernes en "dormitorios" del siglo XIX...
La periodista Manuela Sío Dopeso (La voz de Galicia) ha visitado varios tramos de la línea ferroviaria en obras acompañada de sindicalistas y las pruebas obtenidas son irrefutables: los abusos son el pan de cada día.
Galicia no es el único territorio de las Españas donde ocurren estas cosas, también en un escenario ferroviario catalán ha sido noticia el descubrimiento de una trama similar; sin embargo, en la comunidad catalana la reacción de las autoridades ha sido inmediata y lógica en un Estado de Derecho, máxime cuando se trata de una obra pública: dos empresarios han sido arrestados, se ha abierto una investigación a fondo y las ilegalidades son perseguidas.
Volviendo a Galicia, el descaro de los traficantes de mano de obra barata es tal que hay encargados de obra y empresarios --las subcontratas son legión-- que tienen comportamientos propios de la época franquista y, por ejemplo, prohíben a los asalariados que hablen con quienes visitan el tajo y con cuantos se les acerquen... ¡Y los trabajadores obedecen!...
Los hechos [pulse aquí y lea] son impropios de un país cuyos políticos --algunos incluso desde la oposición-- alardean de que la economía española figura entre las veinte primeras del planeta.
Los hechos [pulse aquí y lea] son impropios de un país cuyos políticos --algunos incluso desde la oposición-- alardean de que la economía española figura entre las veinte primeras del planeta.
Una vez destapado públicamente el escándalo en Galicia, ¿reaccionarán con la obligada diligencia los poderes ejecutivo y judicial que deben cumplir y hacer cumplir la ley?, ¿ejercerá sus funciones el Estado portugués, que también parece empeñado en cerrar los ojos?
La respuesta, en los próximos días.
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el otro día se le vino encima su casa a una pareja en redondela. el albañil que habían contratado era portugués. me acordé al leer el suceso (félix, ¿yo me estoy volviendo loca o que los sucesos copen como lo están haciendo las portadas de todos los periódicos es normal?) de esto que cuentas.
ResponderEliminarDesesperada: en el suceso que hablas no solo era portugués un empleado, había otros y salieron corriendo cuando ocurrió el accidente. ¡Eran contratados ilegales de una empresa! Hay sucesos y sucesos. Hacer dinero es fácil, contratando ilegalmente claro. Los prestamistas de mano de obra siguen actuando, nunca dejaron de hacerlo. Y la gente necesita ganar dinero para alimentarse y alimentar a los suyos, o comprar móviles, hamburguesas, ocio, esperanza... Las trampas y los chantajes "vitales" son cada vez más "perfectos".
ResponderEliminartienes razón, hay sucesos y sucesos, pero de este lo que tú estás contando de los obreros apenas se destacó, ¿ves? los periódicos se quedan en la foto macabra, me temo. en fin. ya me temía que este caso era algo así...
ResponderEliminar... y la inspección de trabajo (que debe estar harta de saber todas estas cosas) o pasa de todo o no tiene medios. Me había contado un día un inspector que, cuando iban a una obra o a una fábrica del textil tenían que ir en plan redada 10 o 12 personas porque, conforme llamaban a la puerta (en el segundo caso) salía gente "como ratas huyendo del barco (y no pretendo ser despectivo, sino gráfico), y de la obra... era ver a alguien con aspecto sospechoso y tirarse al monte quien más quien menos.
ResponderEliminarEl problema es que todo el mundo sabe lo que pasa pero nadie (por conveniencia o por lo que sea) parece preocuparse... ¡trágico!
Un abrazo