A partir de hoy y durante varias jornadas los resultados del 9-M serán motivo de mil y un análisis. De entrada, desde una óptica apartidaria, estrictamente cuantitativa y abarcando el conjunto del territorio del Estado, cabe destacar ocho evidencias:
1. El bipartidismo gana terreno;
2. El sistema electoral se revela, una vez más, inequitativo.
¿En qué medida es injusto y a quiénes ha perjudicado en esta ocasión? Veamos las cifras (las candidaturas gravemente perjudicadas figuran en negrita):
¿En qué medida es injusto y a quiénes ha perjudicado en esta ocasión? Veamos las cifras (las candidaturas gravemente perjudicadas figuran en negrita):
Cada diputado de IU representa a 481.511 votantes;
UPyD a 303.533;
BNG a 104.456;
ERC a 98.824;
CC-PNC a 81.805;
CiU a 70.392;
PP a 66.462;
PSOE a 65.464;
Na-Bai a 62.073, y
PNV a 50.541.
3. El PSOE refuerza su triunfo de 2004;
4. El PP es el partido que más ha crecido, tanto porcentualmente como en términos absolutos; si bien es obligado subrayar el batacazo que ha sufrido en Cataluña;
5. Izquierda Unida se hunde y en el ámbito estrictamente institucional se ha convertido en una fuerza testimonial;
6. El galleguismo (BNG) y el vasquismo navarro (Na-Bai) son las únicas opciones nacionalistas que ganan votos, mientras que el resto ha perdido respaldo en mayor o menor medida. Atendiendo a porcentajes y ámbitos, los tropiezos más graves han sido, por este orden, los de la Chunta Aragonesista (ChA), Eusko Alkartasuna (EA), ambos se quedan sin representación parlamentaria, y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Paradójicamente, CiU ha perdido 60.000 votos pero ha ganado un escaño, y al PNV le han dado la espalda 1 de cada 4 votantes de 2004 pero sólo pierde 1 de los 7 escaños que tenía;
7. Unión, Progreso y Democracia (UPyD) se estrena en el Congreso, y
8. Las elecciones al Senado constatan que está condenado a renovar su estructura (convirtiéndose en un auténtico foro territorial, con circunscripciones autonómicas) y asumir mayores competencias, o de lo contrario seguirá languideciendo.
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Como votante de un partido pequeño y casi testimonial hoy es un día angustioso.
ResponderEliminarCreo que es injusto el sistema electoral.
Injusto el bipartidismo que empieza a asustarme por lo mucho que se parece a otros países que conozco bien.
No sé si tiene sentido manifestase contra bases de vigilancia de la OTAN en mi ciudad, o contra las tropas en países como Afganistan, no sé si tiene sentido solidarizarse con el pueblo Saharaui, o prestar todo el apoyo a los comités de solidaridad que todavía no han sido manchados por el dinero de las instituciones.
No sé si es posible evitar la alienación o el picotazo de la amnesia y el abandono de la adormidera.
Respeto a cada uno, cada voto, pero creo que no es justo, no es un resultado justo.
Bueno, tampoco estoy hoy muy lucida.
Ya lo dejo aquí.
Claro que el PP se da el batacazo en Cataluña. El personal no se olvida de un ex presidente de Endesa llamado Pizarro. El Pirata Bravo
ResponderEliminarme resulta enormemente injusta la ley d'hont, pero hasta que los partidos se pongan de acuerdo en una reforma de ese calibre...
ResponderEliminarMe parece lamentable que en un sistema democrático se permita que la tercera fuerza política en votos no sea la tercera fuerza política en el congreso. Eso es algo que debería revisarse de manera urgente porque niega todo los cimientos de la palabra democracia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Deses, no es exactamente d'Hondt. Es el método d'Hondt aplicado sobre un pequeño número de elementos discretos (diputados de cada circunscripción), que además están irregularmente representadas (las provincias más despobladas están sobrerrepresentadas). Todo eso junto crea esta aberración:
ResponderEliminarIU --- 963.040 votos -- 2 escaños
PNV -- 303.246 votos -- 6 escaños
O mejor, una regla de tres:
1 millón votos ----- 2 escaños
11 millones votos -- X escaños
¿X=169?
Bueno, lo dejo porque si no, no acabo.
La derecha ha ganado las elecciones.