En el post anterior, ImP reproduce la carta remitida por un ciudadano de Murcia referida a la reciente inscripción administrativa de un inmueble como propiedad de la diócesis de Cartagena --concretamente, una ermita--, pese a que ese edificio ha sido costeado y mantenido durante décadas por el vecindario del lugar.
Pues bien, resulta que [gracias a la pista proporcionada por el bloguero que se identifica como EL MENDIGO] he comprobado que, en efecto, el artículo 206 de la Ley Hipotecaria aprobada por decreto gubernamental de fecha 8 de febrero de 1946, el Estado (diputaciones provinciales, ayuntamientos, organizaciones o servicios de Derecho público) ¡y la Iglesia Católica, Apostólica y Romana!, en el caso de que no exista o ellos mismos carezcan de escritura que acredite la propiedad de un inmueble, pueden inscribir a su favor los bienes que consideren propios mediante una certificación administrativa [es decir, una simple declaración], ¡incluso sin pruebas documentales!
Esa ley --que en un Estado de Derecho de los de verdad es inconcebible-- es la que está permitiendo a la Iglesia Catolica, Apostólica y Romana apropiarse legalmente de inmuebles como la ermita a la que alude la carta reproducida en el post anterior, o de los edificios a los que aludía una información difundida el pasado mes de febrero en Navarra.
Ante barbaridades jurídicas como esta, la identidad ideológica de quienes han ganado las elecciones legislativas habidas desde 1978 poco importa. La vigencia de esa reforma legal de 1946 y de otras similares cuestiona la eficacia de la Constitución de 1978 como paso cierto a un Estado democrático de Derecho.
Los legisladores (diputados y senadores) del Reino de España deberían prestar un poco de atención --un poquito siquiera, por favor-- a esa y a otras topelías. ¿No les parece?
En este país siguen vigentes leyes franquistas. Así de simple.
Estimados compañeros,
ResponderEliminarOs llamo compañeros, porque esto que esta pasando en Navarra, creo que esta ocurriendo en toda España. Yo soy de Lorca (Murcia), y curiosamente también por casualidad, me enteré hace un año, que una Ermita situada en mi finca, fue escriturada (no tenia papeles y se consideraba de toda la vida propiedad de los vecinos) por el Obispado de Cartagena en 2004.
Por otro lado tengo que decir, que hemos intentado aclarar el asunto con el Obispado y siempre han ido de pillos y no quieren dar ninguna explicación. NOS PARECE A MI Y TODOS LOS VECINOS UN ABUSO DE PODER ( que no deberian tener) POR PARTE DE LA IGLESIA. Esto da mucha rabia y creo que la Iglesia deberia plantearse si quiere sobrevivir en el siglo XXI, estas actuaciones poco ortodosas. Animo al gobierno o a quien tenga competencias en ello, a que tome cartas en el asunto y no deje que un puñado de Cuervos negros se adueñen de lo que no es suyo, sino del pueblo.