Rajoy despeja las dudas; si es así, ¿por qué hay "guerra"?

Lorenzo Milá, el comunicador que pilota los telediarios nocturnos de la Primera de TVE, ha abierto la portada de la edición de hoy con estas cuatro palabras: «Rajoy despeja las dudas».
Milá no tiene precio como informador: «Rajoy despeja las dudas», pero hay guerra...

Las declaraciones realizadas por varios de los que han participado en la reunión del comité ejecutivo del PP celebrada esta tarde permiten colegir lo siguiente:

Viñeta de Manuel Fontdevila

Primero: Rajoy se ha negado a dimitir pese a las presiones internas, de las que hay evidencia pública gracias a las peroratas y los artículos que ayer y hoy han difundido varios medios afines al PP... Con aliados así no hacen falta adversarios;

Segundo: Sorprendentemente, Rajoy carece de apoyos suficientes para que la vida del partido siga su cauce, que sería lo lógico en una organización que el pasado domingo logró el segundo mejor resultado electoral de su historia;

Tercero: Rajoy propone adelantar el congreso cinco meses y celebrarlo en junio; medida que con toda probabilidad será aprobada por el órgano competente en su próxima reunión (en abril);

Cuarto: La cúpula del PP valenciano, con Francisco Camps al frente, enfrentado desde hace años con Eduardo Zaplana, ha dejado claro que se opone a las decisiones precipitadas y a las improvisaciones, apostando por mantener a Rajoy, al menos a corto plazo... Otra cosa será lo que Camps y otros prudentes decidan hacer en el congreso extraordinario.
En todo caso, Rajoy ha dado una lección de ética al someterse a la decisión de un congreso, en lugar de hacer lo que su predecesor, Aznar López, que se limitó a señalar con el dedo a su heredero;

Quinto: Una vez comprobado que Camps contaba con el apoyo de los dirigentes del PP de Castilla-León, Cataluña, Galicia, así como de Ruiz-Gallardón... ¡y de Fraga Iribarne!, el PP de Esperanza Aguirre ha preferido sonreír, aceptar la tregua y posponer un posible asalto; y

Sexto: Rajoy ha dejado claro que nada está atado, ha sido honesto consigo mismo y con el PP al insistir en que «yo me presentaré con mi propio equipo». Por si no fuera suficiente, todos cuantos han hablado al salir del cónclave --todos sin excepción-- han dado por hecho que en el congreso de junio podría haber otros candidatos.
El barón del PP gallego, Núñez Feijoo, ha dado la sorpresa al ser el más explícito y subrayar que la existencia de alternativas es incluso "deseable".

Milá ha dado en el dedo, en lugar de en el clavo: «Rajoy despeja las dudas», lástima que desde dentro las alimenten y difundan con entusiasmo e insistencia. 

A la postre, el futuro inmediato del PP está despejado, cierto, pero no es el que dice Milá. Prueba de ello es que nada más conocerse los resultados electorales y con mayor o menor claridad Luís María Anson, Jiménez Losantos, Pedro J. Ramírez y demás amigos del PP insisten en que hay guerra.