15 febrero 2012

Otro éxito del mundo feliz: La captura de Artemio, "el último líder vivo" de Sendero Luminoso

Flores Hala lideraba una banda de desarraigados y delincuentes
cuyos únicos objetivos desde hace más de un decenio eran
sobrevivir y reunir cuanto dinero pudieran
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La reciente captura en el Perú de uno de los presuntos líderes de los presuntos grupos que quedan activos de la guerrilla de Sendero Luminoso da para escribir un libro: mitad novela negra, mitad sainete.
Hace ahora algo más de un lustro Florindo Eleuterio Artemio Flores Hala empezó a ser promocionado por las autoridades y los medios popularizaron su imagen y su alias como ex integrante o integrante [ni en esto se ponían de acuerdo los promotores de la campaña mediática] del comité central del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL).
La organización política y armada que lideró hasta su detención (12 de septiembre de 1992) Abimael Guzmán Reynoso, alias Presidente Gonzalo, feneció como entidad activa hace al menos ocho años, al margen de que haya ex guerrilleros, excluidos sociales y bandoleros que en ocasiones se arrogan la condición de senderistas.
Hay latiguillos que ya no engañan a casi nadie.
En varios reportajes publicados a lo largo de los últimos cinco años Artemio ha sido presentado como «el último líder vivo de Sendero Luminoso».
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[Esa descripción ha sido reiteradamente utilizada por varios periódicos y emisoras convencionales del Perú y la han repetido casi todos los medios de Occidente]
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No existe ninguna prueba de que Artemio, ex soldado del ejército peruano y ex senderista, haya liderado hasta su detención a un grupo de senderistas. Era el líder o capo, esto sí, de un grupo de "fugados" formado por ex guerrilleros, delincuentes, "buscafortunas" y excluidos sociales que sobrevivían en el Alto Huallaga [actualmente la banda estaba compuesta por una veintena de hombres], sin haber impulsado ni ejecutado iniciativa alguna en nombre del PCP-SL durante el último decenio.
Artemio era el jefe de una banda que tras la derrota militar de Sendero en 2000 se ha dedicado a sobrevivir y a "recaudar" dinero de forma ilegal para crear un fondo de pensiones...
Desde que empezaron a operar en el Alto Huallaga, Artemio y los suyos centraron todos sus esfuerzos y capacidad de fuego en evitar la detención y ganar dinero como narcotransportistas, sirviendo como mercenarios a los productores de pasta de coca o ejerciendo de aduaneros.
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[La banda mantenía atemorizada a la población y alejado al Ejército mediante acciones puntuales, de modo que como única "fuerza armada" presente en la comarca cobraba "derechos de paso" a la vez que proporcionaba protección y apoyo a los transportistas (abundan los llamados mochileros) que mueven la droga u otros productos ilegales y alegales]
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En sus años de correrías por la intrincada selva peruana Artemio no es ni ha significado nada desde un punto de vista político, salvo la de ser utilizado para mantener vivas verdades mediáticas que han servido para "prestigiar" y "engrandecer" su actividad con la finalidad de justificar que el gobierno adopte las medidas extraordinarias que permiten reprimir movimientos sociales y detener líderes campesinos aludiendo al terrorismo. En fin, "gracias a ti, Artemio, no tenemos que dar explicaciones"...
Ahora, los periodistas y analistas "de orden" propalan que Artemio daba mítines y aspiraba a hacer la revolución... Un adorno político-novelesco construido adornando robos y asaltos, inventando aventis y con mentiras.
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El apresamiento fue posible gracias a una delación 
Artemio fue apresado el pasado domingo en un inmueble próximo a Santa Rosa de Mishollo, donde se había refugiado tras haber sido atendido por un sanitario de la localidad que lavó y taponó las heridas que había sufrido el bandolero en un confuso tiroteo del que había escapado vivo el día anterior.
El objetivo de la acción policial era capturar vivo o muerto a Artemio, que fue tiroteado por al menos dos de sus propios compañeros... ¿Por qué?, porque aspiraban a cobrar la recompensa que el Estado ofrecía por la muerte o el arresto del mediático delincuente.
Según fuentes oficiales y no oficiales, en el tiroteo también han participado varios agentes desplazados a la zona para dar apoyo a la operación organizada con la complicidad de al menos dos traidores.
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[EE UU ofrecía 5 millones de dólares por la captura de Artemio, o bien por el suministro de datos o coordenadas que permitieran localizarlo y proceder a su arresto o muerte.
Anteayer lunes, Washington confirmó que abonará la recompensa, aunque no dijo a quién o a quiénes y, al mismo tiempo, aprovechó para recordar que hay otros 5 millones de dólares para quienes propicien la captura de Víctor Quispe Palomino, antes conocido como camarada José y actualmente por los alias Iván y Martín.
Víctor Quispe Palomino es un ex líder regional del PCP-SL que rompió hace ya más de un decenio con los restos de Sendero. Es enemigo declarado de Artemio por motivos económicos y actualmente es capo de una mafia dedicada a variadas actividades delictivas en el VRAE (Valles de los ríos Apurimac y Ene).
Quispe Palomino está acusado de asesinato, chantaje y narcotráfico, que son los motivos por los que las autoridades peruanas lo buscan y por los que Washington ha puesto precio a su cabeza. De hecho, es la DEA, no la CIA ni ningún otro organismo de seguridad, la que desde hace varios años tiene a Quispe Palomino y a Flores Hala en el punto de mira. 
Con relación a las andanzas de Quispe Palomino, que incluso organizó el asesinato de ex compañeros del PCP-SL, conviene leer "El solapado cambio de piel de Sendero Luminoso en el VRAE"]

De militar a senderista y desde hace
más de un decenio, bandolero
Artemio ha alimentado durante años su imagen de combatiente antigubernamental pese a que ya no era ni actuaba como jefe de una columna del PCP-SL.
Su banda, que rara vez ha sumado más de una veintena de hombres, vestía botas militares, pantalones y camisetas negras con la leyenda Ejército Guerrillero Popular y las siglas del Partido Comunista del Perú serigrafiadas con letras de color amarillo; chalecos antibalas, correajes, teléfonos satelitarios, armas automáticas de buena calidad y abundante munición. 
La excelencia de los equipos y la eficiente red de abastecimientos con la que contaba Artemio prueban, según las fuentes más realistas y las menos instrumentalizadas, que el falso grupo revolucionario del Alto Huallaga era ya en origen una banda formada por varios ex combatientes del PCP-SL unidos a excluidos sociales y fugitivos de la Justicia que trabajaban para una o varias de las organizaciones dedicadas a la producción de pasta de coca y al tráfico de otros productos, entre los que destacan las maderas nobles y el oro, incluso ejemplares de especies exóticas.
Perú es un país con ingentes y valiosos bienes naturales que son exportados ilegalmente, lo que proporciona elevados beneficios y ¡no sólo a los delincuentes que operan en la selva!, hay quienes participan del negocio sentados en un despacho.
Florindo Eleuterio Flores Hala sirvió en el ejército peruano, en el Batallón de Tanques N 221 de Locumba (región de Tacna) hasta los primeros años noventa. Según el perfil elaborado cuando las autoridades gubernativas les interesó dar relevancia política a su existencia, Artemio es un individuo de carácter terco y rudo en el trato que asumió con facilidad la disciplina y los hábitos militares; es más, las autoridades subrayaron que era un apasionado de la milicia y que su actitud era la adecuada para ser un buen soldado: disciplinado, metódico, parco en palabras y reservado, pero llegado el caso impetuoso e incluso valiente (imprudente) ante el peligro.
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Del rentable anonimato
a las peligrosas portadas de prensa
Las primeras noticias o pistas que se tienen de Artemio como guerrillero datan de mediada la década de 1990, cuando ya estaba integrado en Sendero Luminoso. Por esa época Abimael Guzmán ya había sido arrestado, la organización armada estaba a la defensiva y en proceso de descomposición, si bien todavía existía un aparato central operativo que destinó a Artemio al Alto Huallaga para, supuestamente, ejercer entre otras cosas de recaudador de impuestos.
A la postre, es lo único que hizo y que hacía cuando fue detenido: recoger cuanto dinero ha podido, primero para Sendero y desde hace más de un decenio para él y su banda.
El ahora encarcelado no mereció atención especial de las autoridades hasta hace 7/8 años, cuando empezaron a utilizar sus actividades para alimentar los bulos que hablaban de «incursiones de senderistas» en el Alto Huallaga, pese a que en realidad se trataba de acciones delictivas en apoyo de productores de coca y para proteger sus infraestructuras.
Cada acción, fuera referida a Artemio o a Palomino, era enriquecida con declaraciones del sector de la clase dirigente peruana que aplaudió, luego añoró y hoy todavía añora los métodos de Alberto Fujimori, empeñados todos en difundir la creencia de que la subversión armada sigue activa y es poderosa, lo cual es falso desde 1994/95.
Los "salvapatrias" peruanos esgrimen todavía hoy esa tesis para restringir derechos civiles y reclamar mayores competencias para las fuerzas de seguridad.
Mientras algunos prohombres difundían (y difunden) simplezas, Artemio y su banda seguían a lo suyo: sobrevivir y sacar tajada del narcotráfico y del comercio ilegal de maderas nobles y metales preciosos.
El grupo de Artemio siempre ha operado en la misma región, instinto territorialista del que también han hecho gala otros ex senderistas que tras causar baja como tales se han dedicado a hacer dinero como fuera.
Lamentable pero inevitablemente, esos personajes y episodios forman parte indisociable del proceso que siempre sigue al derrumbe de un ejército insurgente que, como en el caso de Sendero, había llegado a sumar varias decenas de miles de personas entre combatientes y servicios auxiliares. Situaciones similares se dieron o se dan en el Afganistán postsoviético y en la región de los Grandes Lagos (oriente del Congo, Uganda, Ruanda y Burundi).
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Aunque sea falsa, la existencia de "peligrosos enemigos"
permite justificar leyes extraordinarias  
Todavía es imposible saber las causas por las que hasta hace unos meses el Gobierno apenas hizo nada para detener a Artemio. Nada han dicho las autoridades al respecto, pero es evidente que políticamente interesaba gritar ¡qué viene el coco!.
La actividad insurgente de Artemio y sus compinches consistió, básicamente, en dejarse ver aquí y allá, amedrantar a los lugareños y a las autoridades locales, atacar patrullas y sedes policiales o militares del rural para no ser molestados, robar armas y justificarse con unas siglas serigrafiadas en las camisetas.
Los objetivos de la banda de Artemio han sido dos: Generar miedo y mantener su comarca libre de obstáculos para desarrollar variadas actividades, todas ajenas a la política.
Varios de los integrantes del grupo de Artemio acostumbraban a lucir en las camisetas las siglas EGP-PCP y la hoz y el martillo, lo que ha sido sistemática y profusamente destacado por los medios, empeñados en que Artemio era otro che latinoamericano y su grupo, "el vietcong de los Andes".
Los editores más "listos" mataban dos pájaros de un tiro: mejoraban sus relaciones institucionales y vendían más ejemplares.
Resumiendo, un sainete mediático para uso político que oculta una larga lista de secretos a voces: desde hace años se sabía por dónde y cómo operaba el grupo, que sus significados políticos constituían un adorno y que el peligro que representaba para la estabilidad del Perú era nulo.
Plantear que bandas como la que dirigía Artemio pueden desestabilizador Perú era y es ridículo.
Así se fabrican algunos de los éxitos más rentables para el poder de turno, tanto en el Perú como en otros países.
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INFORMACIÓN de interés sobre Artemio, en IDL REPORTEROS.

DE INTERÉS:
«Maoísmo en los Andes: La historia de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso», por Marcello Musto, en Sin Permiso;

EPISODIO caracterizado por las medias verdades: "Las FARC, la localidad colombiana de Madrid y una de indios", en ImP.

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